El Antiguo Casino de Ciudad Real ha acogido este martes la conferencia de Miguel Ángel Delgado, comisario de la exposición de la Fundación Telefónica ‘Nikola Tesla. Suyo es el futuro’ y de Juan Pablo Rozas, ingeniero de Telecomunicaciones, quienes han hablado de los “paralelismos” entre el inventor Nikola Tesla y el creador de los aparatos de rayos X portátiles, el piedrabuenero Mónico Sánchez.
“Mónico fue una persona que salió en 1904 de Piedrabuena descalzo y volvió en 1912 para montar una fábrica de aparatos de rayos X portátiles en su localidad. Una fábrica pionera en España y en toda Europa”, así ha definido Juan Pablo Rozas al inventor piedrabuenero, ante el público que ha llenado el salón de actos del Antiguo Casino.
Mónico Sánchez, con 23 años, se subió a un barco en Cádiz con destino a Nueva York. Su padre hacía tejas y su madre lavaba ropa en un pilón a cambio de unas monedas. Él se ganaba la vida haciendo recados en Piedrabuena hasta que se fue a Nueva York, donde empezó su nueva vida. Nueve años después regresó de Estados Unidos con un millón de dólares en el bolsillo después de inventar un aparato de rayos X portátil que salvó la vida a más de un participante en la Primera Guerra Mundial.
A su llegada a Nueva York, Mónico comenzó como auxiliar de delineante, pero pronto se matriculó en el Instituto de Ingenieros Electricistas, para después ser contratado por una gran compañía dedicada a la aplicación de la electricidad en los hospitales, empresa en la que inventó un aparato de rayos X portátil con un peso de diez kilos, frente a los 400 que pesaban los equipos tradicionales.
Tras su invento, Mónico llegó a Piedrabuena para crear su propia fábrica de este aparato, que estuvo activa hasta su muerte, en 1961.
Por su parte, Miguel Ángel Delgado ha explicado las invenciones de Tesla, un inventor, proveniente de un pequeño pueblo del Imperio Austriaco, en la actualidad, Croacia, y que se le conoce sobre todo por sus numerosas invenciones en el campo del electromagnetismo.
El paralelismo entre Tesla y Mónico, según estos dos expertos, es evidente, ya que ambos viajaron desde lugares remotos hasta Nueva York para estudiar un campo casi desconocido por aquel entonces, como es el campo de la electricidad. De hecho, los dos expertos han coincidido en que “alguna vez en sus vidas” estos dos inventores coincidirían en Nueva York.
