Durante la presente legislatura, el Ayuntamiento de Ciudad Real podría estudiar la posibilidad de realizar diversas actuaciones en el Auditorio Municipal La Granja con el fin de adecuarlo a las necesidades de los nuevos tiempos y para que la celebración de conciertos en este emblemático espacio de Ciudad Real resulte más cómoda tanto para los artistas como para los espectadores.
Así lo ha indicado a Lanza la concejala de Festejos, Fátima de la Flor, quien comenta que ese uno de los proyectos que le gustaría que se acometiesen durante la actual legislatura, aunque no sabe si al final podrá llevarse a cabo.
De ver finalmente la luz, podría conllevar la mejora de los camerinos y aseos así como una posible ampliación del aforo.
Historia del auditorio Municipal La Granja
Tal y como comentó en su día el arquitecto Diego Peris las obras del nuevo recinto ferial y del Auditorio Municipal ‘La Granja’, corrieron a cargo de los servicios municipales, estando encabezadas y dirigidas por los arquitectos Rafael Humbert y por Diego Peris. De hecho, el proyecto de Auditorio ubicado en ‘La Granja’ fue iniciado por Humbert y completado por Diego Peris.
Precisamente Diego Peris señaló que el nuevo recinto ferial de Ciudad Real se planteó en la zona de ‘La Granja’ de Ciudad Real en un espacio de 48.000 metros cuadrados “pensado como una zona verde en la que se insertaban las diferentes actividades”.
Explica que el elemento central del proyecto era el Auditorio de unos 4.000 metros cuadrados con capacidad para 2.500 personas: “Un elemento que se hundía de forma escalonada en el terreno, cerrado con módulos construidos y elementos vegetales y un gran escenario en su frente que permitiría la celebración de diferentes actividades musicales o de convivencia”.
Junto a esa instalación también se realizaron espacios para casetas, atracciones, zona de bares y zonas especiales para actividades infantiles y juveniles. A este respecto, Diego Peris indica que el folleto que el ayuntamiento editó con motivo de la inauguración del nuevo recinto “explicaba las superficies de cada una de las zonas y la organización del gran espacio pensado como zona verde en la que se insertaban los paseos y las zonas de cada una de las actividades”.
Según el arquitecto ciudadrealeño el proyecto fue realizado por la administración, siendo el propio Ayuntamiento el encargado de realizar las obras que tuvieron a Bonifacio Villaverde como aparejador, a Pepe Vinuesa como maestro de obras y a Gumersindo Arenas como ingeniero técnico industrial, añadiendo que “en apenas unos meses y con un presupuesto austero se completaron las obras del nuevo espacio”.