Quizá sean esas ganas de trabajar o su espíritu de lucha, forjado por su condición de autónoma, las que han hecho que la llegada del coronavirus no le haya supuesto un trastorno demasiado grande para su negocio, Doña Carmen Gourmet. Donde existía una amenaza ha visto una oportunidad.
“El miedo nos inundó a mí y a mi hermana al principio de la pandemia. Después, al llevar cuatro días en casa confinada, miré a mi hermana y decidimos reinventarnos, ya que así no podíamos seguir”.
A los habituales alimentos que se venden en Doña Carmen Gourmet (vinos, licores, aceites, vinagres, ibéricos, quesos, legumbres, conservas, salazones, miel, etc.), hay que añadir otra gama de productos que los propietarios de este negocio han decidido introducir para afrontar con mayor seguridad la situación provocada por la Covid-19. “Desde que se declaró la pandemia, en nuestro establecimiento ahora vendemos además productos de limpieza, así como pan y frutas. Y lo que es más importante, también estamos prestando un servicio a domicilio”.
Precisamente la alta demanda registrada por los clientes y el buen funcionamiento que está teniendo este sistema, impulsado también a través de las redes sociales, ha ocasionado que la entrega de alimentos y productos a domicilio haya nacido para quedarse, perdurando con ello en el tiempo y siendo otra rama más de negocio de la tienda.
Para Romero, “la labor que ahora realizamos con este servicio personalizado nos ha supuesto un crecimiento personal. A ello hay que añadir la seguridad y la tranquilidad que nos proporciona, pues podemos llevarle las compras a nuestros clientes respetando todas las medidas y las normas de seguridad establecidas”.
El confinamiento también ha servido para que desde Doña Carmen Gourmet “hayamos preparado muchos detalles para llevar a casa, como cestas de regalo por cumpleaños. Para tal fin, cuando el cliente nos pedía que introdujésemos una tarjeta de felicitación, aprovechábamos la ocasión para cantarle cumpleaños feliz, hacerle una foto y mandársela a la persona que le enviaba ese detalle. Era una forma de acoger con más cariño ese regalo en un momento en el que muchas personas no pueden estar juntas. Y es que desde doña Carmen Gourmet queríamos que estuviesen cómodos recibiendo ese detalle y que sintiesen el calor de la persona que se lo enviaba de una manera especial”.
A pesar de que desde Doña Carmen Gourmet han sabido reinventarse para que su negocio pueda capear el temporal ocasionado por la Covid-19, Marga Romero reconoce que la batalla contra el virus va a ser dura. “Aún nos queda tiempo para salir de la pandemia. A pesar de ello, considero que según vayamos avanzando en las distintas fases de desescalada, iremos retomando la rutina y volveremos a lo más parecido a la normalidad, porque está claro que ya nada va a volver a ser como antes”.
En su opinión la llegada del coronavirus “ha marcado un antes y un después”. Por este motivo alaba el trabajo desarrollado por toda la sociedad, cuya unión “está haciendo posible que nos podamos enfrentar al virus en las mejores condiciones posibles”.
“La lectura positiva que encuentro a toda esta situación es que esta pandemia nos ha hecho más humanos. Ahora confiamos en las personas que tenemos a nuestro lado. Antes apenas hablábamos con nuestros vecinos, y ahora, sí lo hacemos. El coronavirus nos ha hecho más solidarios. En ese sentido, salimos más reforzados, pues, al fin y al cabo, va a provocar que valoremos más el día a día, que seamos más cautos y que vivamos el presente sin pensar tanto en lo que nos va a deparar el futuro”.