Desde hace una década, el grupo de Sanidad y Biotecnología del Irec viene “trabajando en el diseño y producción de vacunas para el control de garrapatas, ya hemos logrado su ensayo en condiciones controladas de campo y se ha demostrado su eficacia”, la cual supera el noventa por ciento en el control de estos parásitos, lo cual es un porcentaje muy alto, indicó José de la Fuente, profesor de Investigación del CSIC en el Irec.
Las garrapatas afectan a los animales y a las personas. Se alimentan sobre los animales y transmiten enfermedades que es lo que más afecta a los humanos “como, por ejemplo la enfermedad del Lyme o borreliosis, la fiebre de Crimea-Congo, la anaplasmosis, la ehrlichiosis,…”, de manera que son “un problema tanto para la sanidad animal como pública”.
El objetivo de la vacuna desarrollada por el Irec, cuyo antígeno es el subolesín, es “reducir la población de garrapatas, de manera que con el tiempo cada vez tendríamos menos”, expuso De la Fuente, quien junto a Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal en el Irec, recibió a la delegación ugandesa.
En estos momentos, se encuentran en conversaciones con los autoridades sanitarias de Uganda para el registro de la vacuna y que se pueda producir y comercializar en este país.
Además de esta colaboración con Uganda, el Irec ha desarrollado proyectos en relación con este tipo de vacunas con otros países como Sudáfrica, Nigeria y Marruecos, así como trabajos destinados no al vector que es la garrapata sino al patógeno.