La ONG Solidaridad Manchega, Solman, y el Ayuntamiento de Ciudad Real, reabrieron anoche el patio del museo municipal López Villaseñor para recuperar una de esas actividades perdidas tras la crisis sanitaria del coronavirus: ver imágenes proyectadas en una pantalla grande, es decir, ir al cine.
El plan que propone Solman es de cuatro películas solidarias, en este ciclo con los problemas ambientales del planeta y la precariedad laboral como telón de fondo, los cuatro martes del mes de agosto (ya que quedan tres), al aire libre, y respetando la distancia social, lo que implica un aforo más reducido (de 90 personas) que se llenó anoche solo con la venta de abonos previa.
3 euros por entrada para ayudar a un comedor en Togo
Como mucha gente compra abonos pero no va a todas las películas, en el estreno del ciclo se pudieron vender unas quince entradas más, a 3 euros. Toda la recaudación irá destinada a mantener un comedor infantil en Defalé (Togo), en el que acuden niños a hacer al menos una comida al día.
Gustavo González, presidente de Solman, está muy satisfecho de la respuesta ciudadana al ciclo que se tenía que haber celebrado en mayo, pero se canceló por el estado de alarma. Es la primera vez que este clásico (se lleva celebrando veinticinco años) se celebra en agosto y en circunstancias tan atípicas, un aliciente más para Solman que invita a participar en propuestas culturales seguras.
Pocas opciones de ir al cine
Con el único cine comercial de Ciudad Real (Las Vías) cerrado desde mediados de marzo el ciclo de cine de Solman y el cine de verano incluido en la propuesta Barrios Culturales del Ayuntamiento son las únicas vías de escape para que los cinéfilos recuperen cierta normalidad.
La película ‘Michael Clayton’ abrió anoche las proyecciones, una intriga que denuncia el poder de las grandes multinacionales y sus potentes bufetes de abogados, y hasta dónde son capaces de llegar por millones de dolares.
Y la próxima, de Ken Loach
La próxima cita es el martes 11 de agosto (21.30 horas, mejor acudir a las 21.00) con la última película del siempre combativo Ken Loach, ‘Sorry we missed you’, que denuncia la precariedad laboral y la patraña del trabajo colaborativo, a través de la historia de un trabajador de una empresa de paquetería.