Fermina Cañaveras (Torrenueva, 1977), la escritora ciudarrealeña del momento por la “impensable”, dice, repercusión de su libro ‘El barracón de las mujeres’ (Espasa), que novela los padecimientos de las mujeres forzadas a prostituirse en el campo de concentración de Ravensbrück, asegura que ha llegado a la lista de libros más vendidos en España por puro accidente. Antes de toparse con esta historia que literalmente le ha cambiado la vida ni se planteaba escribir.
Historiadora tardía obsesionada en investigar “con una perspectiva de género” para glosar el padecimiento femenino, invisibilizado por la Historia, un trabajo universitario sobre el PCE en la clandestinidad la hizo toparse con Ravensbrück, un horripilante campo de concentración nazi, a noventa kilómetros de Berlín, en el que fueron machacadas miles de mujeres y niñas.
Una experiencia interior “bestial”
Durante cuatro años investigó, viajó por Europa, visitó Ravensbrück, contactó con asociaciones de memoria de Alemania y Polonia y se entrevistó con algunas (pocas) supervivientes del campo en una experiencia interior “bestial”, dice. “No escribí un ensayo porque me faltaba documentación, los archivos están incompletos, ni siquiera se registraba a todas las mujeres que pasaban por allí que iban directamente a la cámara de gas”, explica. Y así surgió la idea de la novela que tardó dos años más en escribir, enviar a editoriales, y conseguir que Espasa, del Grupo Planeta, se la publicara.
La historia es tan potente, tan desconocida para el público español, que ‘El barracón de las mujeres’ se ha convertido en un éxito de ventas y difusión. Salió a la venta el diez de enero “¡y ya vamos por la sexta edición!”, afirma.
La novela se traducirá al italiano
Le confirmado que la van a traducir al italiano, aparece en la lista de los veinte libros más vendidos en España en este momento y los medios de comunicación no paran de pedirle entrevistas allá donde va a promocionar su novela.
“Lo que está pasando con el libro es una locura que ni podía imaginar”. Espasa le ha ido proponiendo presentaciones y no ha parado, Valencia, Sevilla, Bilbao, Barcelona, Santiago de Compostela, Vigo, Zaragoza. Ha tenido que llegar el final de febrero para recalar en su provincia de origen, Ciudad Real.
Presentación de ‘El barracón de las mujeres’ en Ciudad Real
Luis Díaz-Cacho, poeta y exalcalde de La Solana, le ha hecho la presentación en la Librería Serendipia de Ciudad Real este jueves. Hoy estará en la biblioteca de Castellar de Santiago (18.00 horas) y en unos días pasará por Manzanares, para viajar después a Navarra.
Cañaveras sonríe pero por momentos se le quiebra la voz cuando se pone a glosar los horrores que cuenta en su novela, inspirada en una mujer real, madrileña, que no llegó a conocer, que fue esclava sexual en Ravensbrück y lució en el pecho el tatuaje ‘Feld Hure’, “puta de campo”.
Carmen Patón, una militante del PCE que se jugó la vida en la clandestinidad del franquismo le habló de esa mujer, militante antifascista que se exilió a Europa tras la Guerra Civil y acabó en ese campo de concentración, por el que pasaron unas 130.000 prisioneras y se calcula que murieron 50.000. Otras 15.000 sobrevivieron hasta su liberación, doscientas españolas.
“El mayor burdel del Tercer Reich”
Ravensbrück fue un enorme campo de trabajo, experimentación y exterminio, y tristemente famoso por su barracón de mujeres, “el mayor burdel del Tercer Reich”, se ha dicho en alguna de las entrevistas que ha concedido Cañaveras estos días, “no es exagerado”, concede.
Las primeras presas de Ravensbrück en 1939 fueron prostitutas de las calles de Berlín llevadas allí con engaños, y después siguieron llegando más y más mujeres, jóvenes y sanas. Hasta las carceleras eran mujeres hasta que en 1941 empezaron a enviar a hombres.
No todas las mujeres de ese campo eran prostituidas, había selección previa. En el barrancón de las mujeres terminaban las más jóvenes y guapas, ninguna judía. “Las mayores de 55, menores de 8 y embarazadas iban directamente a la cámara de gas”.
No les cortaban el pelo y sus condiciones de comida eran menos malas, pero podían ser violadas entre diecisiete y veinte veces al día, por soldados, presos comunes, y algunos hombres que hacían ciertos trabajos con un sistema de tiques.
Existía “la noche de las perras”, violaciones degradantes en grupo, con las ‘Feld Hure’ encadenadas y selección de las mujeres más atractivas para los oficiales. “Pocas mujeres sobrevivían”, explica la autora. Reconoce que lo ha pasado mal investigando y escribiendo, pero al mismo tiempo se siente satisfecha por visibilizar “a las olvidadas de los olvidados”. “Se habla mucho de los padecimientos de Auschwitz o Mauthausen, pero no de este campo ni de las aberraciones contra las mujeres que se cometieron allí”.
La violencia de género en la Segunda Guerra Mundial
Opina que la Segunda Guerra Mundial se ha convertido en “un género literario en sí mismo”, “pero estudios o relatos que aborden la violencia de género hay muy poco. En Europa encontramos mil referencias a los prostíbulos en los campos de concentración, en todos había, pero aquí en España no se habla de esto, por eso el éxito del libro”.
¿Y después de este libro, por dónde sigue Cañaveras? ,“tengo otra novela terminada en la que también hablo de mujeres y está ambientada en España. Hay que recuperar muchos nombres”, responde.
Sobre ‘El barracón de las mujeres’
La protagonista es Isadora Ramírez, personaje real que falleció en 2008, una joven española, apresada durante su exilio en Francia, tras la Guerra Civil, que fue deportada a Ravensbrück, donde fue destinada al burdel del campo.
“Personajes reales y ficticios, un horror inimaginable, pero también amistad, resistencia y fraternidad componen esta novela de la que no se sale inmune sobre los perdedores de la guerra de España y su exilio a infiernos donde la crueldad es incomprensible incluso desde la más profunda de las insanias”, así promociona España el trabajo de Cañaveras.