A las doce del mediodía de este quince de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María en cuerpo y alma a los cielos, y día de la fiesta en honor a nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Prado, comenzaba en la Santa Iglesia Catedral Basílica la Santa Misa Pontifical presidida por el Obispo de la Diócesis, Gerardo Melgar Viciosa, concelebrada por sacerdotes del Cabildo Catedral y otros presbíteros de la ciudad, hasta alcanzar el número de una decena, auxiliados por dos de los diáconos recientemente ordenados, de la que han participado alrededor de cuatrocientas personas, de acuerdo con el aforo permitido según las disposiciones adoptadas en este tiempo de pandemia. El acompañamiento musical ha estado a cargo de Pedro Pablo López Hervás, -organista de la Catedral-, y el sacerdote Francisco Romero.
Han ocupado lugares destacados la Corte de Honor de la Santísima Virgen; la Junta Directiva de su Ilustre Hermandad; el nuevo Hermano Mayor, Carlos Oliver López; una representación de la Corporación Municipal, encabezada por la alcaldesa Pilar Zamora; el Coronel subdelegado de Defensa, que además es hermano; el Comisario Jefe Provincial; el Teniente Coronel de la Guardia Civil, de nuestra Comandancia; el Teniente Coronel Comandante Militar de la Base de Helicópteros de Almagro…, entre otras autoridades militares aparte del Diputado Nacional de VOX, Ricardo Chamorro; el Diputado Regional del Partido Popular, Miguel Ángel Rodríguez…, entre otras autoridades civiles nacionales y autonómicas. Igualmente estaban presentes el Pandorgo del año pasado y su señora y Dulcinea y Damas de Honor de 2019.
Homilía
Tras finalizar la Liturgia de la Palabra, Monseñor Melgar Viciosa comenzaba su homilía, de la que recogemos los siguientes puntos. “Nos congrega hoy, decía el prelado, María cómo Asumpta al Cielo y cómo Patrona de Ciudad Real”. María, continuaba él, tuvo del privilegio de no pasar por la muerte y ser llevada al cielo en cuerpo y alma. El Hijo no podía permitir que pasase por la muerte, por eso está íntegramente glorificada en el Cielo.
Si somos capaces de responder a los planes de Dios, decía el obispo, nosotros seremos igualmente glorificados, porque el destino de la Madre es el nuestro, por eso hemos de vivir, -nos exhortaba-, a vivir cómo Dios quiere, y hemos de fijarnos en su fidelidad, en su disponibilidad. Al celebrar a María cómo Patrona hemos de ver en Ella el modelo de vida cristiana en el que mirarnos en nuestro vivir de cada día, sobre todo en las dificultades, habiendo de tener total esperanza en su protección y en su ayuda.
Terminaba su alocución el prelado invitándonos a presentarle una vez más nuestra súplica a la Virgen, para que interceda siempre por nosotros ante el Padre y el Hijo, porque nos falta vino, decía don Gerardo, como en las bodas de Caná, el vino de la fe y de la confianza. “No desoigas nuestra súplica”, rubricaba.
Flores
Tras la homilía llegaba el ofertorio y eran el pandorgo y señora quienes ofrecían un hermoso centro de flores y la Dulcinea y sus Damas ofrecían hermosas flores.
Bendición Papal
Terminaba la celebración eucarística con la Bendición Papal, impartida por Gerardo Melgar, y que para que dé sus frutos necesita de oración, eucaristía y reconciliación, y el canto del himno a la Santísima Virgen, en su advocación del “Prado”.