Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ha tenido esta semana una reunión con el director general de Desarrollo Rural, José Juan Fernández, dentro de la ronda de contactos que la organización mantiene con los distintos departamentos de la recién constituida Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, para exponerles sus objetivos y los temas que más preocupan en la actualidad al sector.
A la reunión han asistido el director de Cooperativas Agro-alimentarias, Juan Miguel del Real, y los miembros del Gabinete de Dirección de la organización, Lola Gallego y Nuria Villanueva.
El director de Cooperativas ha subrayado que “hemos querido mostrar al nuevo director general de Desarrollo Rural nuestro trabajo de velar por los intereses de las cooperativas agroalimentarias de la región y los temas que más preocupan al sector actualmente. Nos complace comprobar cómo José Juan Fernández se ha mostrado muy receptivo a nuestras propuestas y totalmente dispuesto a trabajar conjuntamente con nuestra organización para el beneficio del sector”.
Programa de Desarrollo Rural de C-LM
Entre las propuestas puestas sobre la mesa han tenido un peso muy importante las cuestiones generales sobre la ejecución de Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, fundamentalmente la necesaria agilización de la resolución de los expedientes de ayudas de las diferentes líneas de ayudas del PDR como las dos últimas convocatorias de incorporación de jóvenes y mejora de explotaciones.
Ha tenido también un peso también muy destacado la solicitud de mantenimiento de las medidas de apoyo y fomento a la integración cooperativa desde la Política de Desarrollo Rural y el fomento de la incorporación de jóvenes a la agricultura y a las cooperativas, potenciando la formación de jóvenes rectores, favoreciendo el acceso a la tierra con el estableciendo beneficios fiscales y el impulso definitivo a la creación del carné de joven agricultor, entre otras medidas.
Asimismo, se abordó la necesidad de diseñar medidas de apoyo, de incentivos públicos, a la creación de secciones de cultivo en las cooperativas para que puedan asumir la gestión de las explotaciones de socios que cesen en la actividad por jubilación y no tengan relevo generacional, de manera que la cooperativa mantenga su capacidad productiva sin que el socio tenga que desprenderse de su patrimonio y permitiendo que jóvenes que se quieran incorporar a la actividad agraria puedan trabajar esas tierras a través de la cooperativa.
Además, se ha propuesto el establecimiento de criterios de priorización en las diferentes líneas de ayuda para aquellas empresas agroalimentarias que acrediten la incorporación de un porcentaje de jóvenes en la composición de sus órganos directivos, de manera que se garantice el relevo generacional también en la gestión de las empresas agroalimentarias.
Finalmente, se han planteado el necesario impulso a la figura de la cooperativa rural como herramienta para cubrir servicios básicos en nuestros pueblos que vayan más allá de la actividad puramente agroalimentaria, tales como servicios asistenciales, de consumo, culturales, de gestión de los recursos naturales, etc., cada vez más necesarios en nuestros pueblos.
Más formación
En cuanto a la formación, se coincidió en la importancia de fortalecer las medidas de apoyo a la formación en el sector agroalimentario como palanca clave para la mejora de la competitividad de las explotaciones y empresas que operan en el sector y en ese sentido se ha planteado una batería de propuestas que permitan mejorar la gestión de los programa anuales de formación, así como acciones concretas para avanzar en la capacitación de nuestros consejos rectores, la profesionalización del personal de la cooperativas, la mejora de la gestión empresarial o el fomento de la formación de los jóvenes cooperativistas.
