El pasado 25 de julio, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, anunciaba en rueda de prensa que el Ayuntamiento suprimiría el pago de la zona azul durante las tardes del mes de agosto; una medida por la que el Consistorio dejará de ingresar en torno a los 36.000 euros y que atiende, según explicó al regidor, “a la realidad de nuestra ciudad durante los meses de verano”.
“Si en los lugares donde hay zona azul no hay movimiento, porque nadie sale a las 17:30 horas de la tarde a darse un paseo, pues es lógico que tampoco se tenga que pagar”, subrayaba Cañizares durante su intervención, defendiendo que precisamente regular estos aparcamientos buscaban que los vehículos estuviesen de paso, permitiendo la entrada y salida continuada de personas en la zona más comercial de Ciudad Real y “no con un afán estrictamente recaudatorio“.
Suprimir el pago de la zona azul, durante las tardes del mes de agosto, es algo que ciudades más grandes como Bilbao, Mallorca, Madrid o Murcia, donde no se paga zona azul durante todo el día, vienen haciendo desde hace algunos veranos con alegría para sus vecinos y visitantes. A estas ciudades se ha sumado ahora Ciudad Real, en una iniciativa que ha sido bien recibida por quienes se ven obligados a tener que usar el vehículo. En la provincia de Ciudad Real, también Tomelloso, cerrará la ‘hucha’ de sus aparcamientos durante la segunda quincena de agosto.
Según el concejal de Hacienda y Seguridad Ciudadana, de la localidad, se podrá estacionar gratuitamente en las plazas reguladas del 14 al 23 de agosto, ambos inclusive, en horario de tarde y del 24 al 31 de agosto, durante todo el día.
Más de 1.200 plazas de aparcamientos gratis
Según información del Ayuntamiento de Ciudad Real, la ciudad cuenta con 1.280 plazas pintadas de zona azul, así como 700 plazas de aparcamiento naranjas -para residentes-, controladas por un total de 39 parquímetros.
A pesar de que la cancelación de pago de zona azul para las tardes del mes de agosto en Ciudad Real lleva en marcha desde este pasado martes, día 1, la afluencia de tráfico y de personas ocupando aparcamientos regulados por la mañana, sigue siendo similar a la del resto del año.
Desde primera hora, muchas personas, como las que acuden al Centro de Salud de la Avenida del Torreón, repiten el ritual: estacionan el coche, acuden hasta el parquímetro más cercano para sacar un ticket con el que evitar la ‘receta’ de los controladores y parten hacia calles aledañas aligerando el paso, ganándole tiempo al crono.
Otros, usan la aplicación móvil, más rápida y con función ‘despertador’ para avisar cuando se aproxima la hora de vencimiento, para que no tengas que acudir hasta la máquina y renovar el ticket que aspira a ser inmortal en el salpicadero. Es el caso de Yolanda, que mira la pantalla de su teléfono completando el pago de la zona azul; en un mes, dice, “puedo gastar 20 o 25 euros en aparcamiento”.
Ella es una de las personas que viven fuera del ‘radar azul‘, pero que al coger su vehículo para ir al centro, donde acude entre otras cosas al gimnasio, se ve obligada a pagar por estacionar. Por ello, celebra esta medida, que posiblemente le ahorre unos euros este mes de agosto. “Me ha parecido estupendo, sobre todo ahora que hay que ahorrar para las vacaciones”, sonríe.
Igual de bien le parece la medida a José Luis. Él vive en Daimiel. A primera hora de la mañana tiene consulta médica y se ha visto obligado a estacionar en zona azul. Cuando salgan del médico, aprovecharán para dar una vuelta por el centro de Ciudad Real. Por suerte, subraya, “sólo gasto en zona azul cuando vengo a Ciudad Real”. Cuando lo hace, “gasto 3-4 euros de media”, o lo que traducido son un par de horas para hacer todo lo que dé tiempo.
Pagar por aparcar, como tantas otras cosas en la vida, sentencia, “nunca viene bien. Es mejor todo gratis, ¿no?”, bromea -pero no mucho-.
En la misma línea también se pronuncia Jesús, vecino de Ciudad Real. En su caso se ha acostumbrado a la aplicación móvil para pagar su zona azul. Habitualmente, comenta, “no gasto mucho en zona azul, 1,20 o 2 euros, tampoco mucho”. Antes te veías obligado a ir con suelto en la cartera, o rezar para que algún establecimiento quisiera cambiarte. Ahora puedes usar la aplicación o como en el caso de Puertollano pagar con tarjeta de crédito.
Este vecino es de los que ocupa plazas azules poco tiempo. “Hago estacionamientos muy cortos, de unos 20 minutos o cosa así”. Pese a ello, señala, “tenía que ser una medida para todo el día, pero no está mal”, se conforma.
Mientras tanto, por la Avenida del Torreón de Ciudad Real, los coches van y vienen en horario de mañana, ajenos a la medida, o quizás condenados a tener que moverse por obligación y tener que seguir pasando por caja, en la que dejarán de caer 36.000 euros en un solo mes, según los cálculos del propio Ayuntamiento.
Justo o no, los conductores han terminado por acostumbrarse a ello, en un gesto que es habitual en la mayor parte de las ciudades españolas, que lejos de remitir en su extensión, siguen sumando calles teñidas de azul, mientras justifican sus razonamientos en la Agenda 2030, en la reducción de emisiones y en la necesidad de una vida menos sedentaria.
Madrid, la primera ciudad que tuvo parquímetro en España
Como en tantas otras cosas, Madrid fue pionera en España en la instalación de parquímetros. Fue la primera en tenerlo en España en el año 1980; dos años después llegó también a Segovia, Jerez y Granada.
Según RACE, Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca o Bilbao tienen los precios más altos mientras que Las Palmas, Murcia o Burgos destacan por tener una tarifa más barata que las demás ciudades españolas.
En 2021, la capital recaudó 57,4 millones por estacionamientos en zona azul, 16 millones menos que en 2019, una cifra muy alejada de los 250.000 que de media que viene ingresando el Ayuntamiento de Ciudad Real anualmente gracias a la zona azul, que en un presupuesto de 77.173.538 euros no es demasiado significante, pero que suele generar un gasto extra que muchos ciudadanos agradecerían no tener.