La diputada del PP Carmen Quintanilla ha asegurado que esta iniciativa del Grupo Popular pide “acciones específicas para fomentar el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra así como al resto de los recursos y mejoras que permitan garantizar la seguridad alimentaria en el mundo”.
Durante su defensa de una Proposición no de Ley del Grupo Popular relativa a incluir actuaciones específicas en el V Plan Director de la Cooperación Española para promover el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra y potenciar la seguridad la dirigente del PP ha recordado que este año se cumplen 69 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“Hoy, 60 años después, el Grupo Popular quiere defender lo que significa contrarrestar y poner fin al hambre en el mundo”, ha señalado Quintanilla, a la vez que ha indicado que “el hambre es una violación de la dignidad humana y al mismo tiempo un obstáculo para el progreso social, político y económico”.
Así, la dirigente del PP ha explicado que la iniciativa que presenta el Grupo Popular es “poner en manos de las mujeres la seguridad alimentaria en el mundo, pedir al gobierno de España que en el futuro V Plan Director establezca líneas de actuación para hacer posibles que las mujeres tengan derecho a la tenencia de la tierra y así poder conseguir que haya una producción sostenible que alimente a los 925 millones de hambrientos que hay hoy en el mundo”.
“Queremos hacer un llamamiento a todos los grupos parlamentarios para que apoyen esta iniciativa”, ha dicho la diputada del PP, al mismo tiempo que ha aseverado que “las mujeres juegan un papel primordial en la producción de alimentos y en la seguridad alimentaria en la población mundial”.
Sin embargo, ha puntualizado Quintanilla “las mujeres siguen sufriendo las limitaciones en el acceso a los recursos agrícolas, al agua, a la propiedad de la tierra y a las infraestructuras necesarias que ponen en peligro las estrategias para lograr una verdadera seguridad alimentaria sostenible”.
En este sentido, la dirigente popular ha remarcado que “hoy, en más de 90 países las leyes relativas a la propiedad de las tierras discriminan a las mujeres, lo que supone un perjuicio para la producción de alimentos y mayores dificultades para salir de la pobreza y del hambre”.
En su opinión, “si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso a la tierra y a los recursos que los hombres, se podría incrementar la producción agrícola y reducir el hambre en 150 millones de personas en el mundo”.
Para conseguir esto, ha explicado Quintanilla “es preciso establecer ciertas líneas de actuación, hacer una profunda reforma mundial de la agricultura y la alimentación si queremos reducir el hambre en el mundo”.
De igual modo, ha avanzado que dese el ámbito de la cooperación internacional “centremos nuestros esfuerzos en duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos”. A su juicio, “si lo hacemos estaremos hablando de equidad, de justicia social, de igualdad”.
