Varias activistas de la Asociación ‘Corazón de paloma’ de Ciudad Real han vuelto a pedir al Ayuntamiento capitalino que deje de capturar palomas con jaulas trampa en las azoteas de los edificios, y que aplique métodos “más modernos” para su control como el pienso anticonceptivo.
En una concentración desarrollada en plena Plaza Mayor, Carmen Rubio, presidenta de la entidad, ha criticado los procedimientos usados por el Servicio de Medio Ambiente municipales para reducir la presencia de estas aves en las cornisas de los bloques, ante las protestas de los vecinos, porque “son crueles y no funcionan”.
Ha apelado a implantar métodos “del siglo XXI”, tal y como se aplican en ciudades como Valencia, Barcelona, Puente Genil, Solsona, y en numerosas localidades de Cataluña, donde controlan las poblaciones colúmbidas con la instalación de palomares ecológicos y pienso Ovistop con nicarbazina.
Frente a ello, en Ciudad Real “se capturan en las jaulas donde permanecen varios días hasta que las recogen, a merced de la climatología de cada estación, en verano al sol”, aunque este año se haya suspendido hasta septiembre “por las protestas”.
“Se pueden hacer las cosas de otra forma”, ha reflexionado Rubio, a través de dichos sistemas “no letales, ya experimentados y eficaces”.
En otro momento ha lamentado “la poca transparencia” del Consistorio ciudarrealeño a la hora de informar sobre el destino de las palomas capturadas que, en su opinión, “son enviadas a la muerte a manos de halconeros, cetreros, para el entrenamiento de perros de caza o a palomeros que las venden para tiro de pichón”.
Donde sí ha habido información es el número palomas muertas, 5.117 desde 2014, según datos del propio Ayuntamiento.
Con todo, Rubio ha insistido en el control de natalidad de las palomas urbanas mediante el pienso anticonceptivo (maíz recubierto del medicamento) y ha planteado la sustitución de las jaulas trampa por dispensadores de dicho esterilizante, qeu es “un antiparasitario qeu se usa con aves de corral para consumo humano”, y que “no daña” a las palomas pues tiene “efectos reversibles”.
Al parecer, tras su aplicación, la disminución de poblaciones está entre el 30 y el 50 por ciento.
“Lo único tiene que haber son ganas de cambio por parte del Ayuntamiento y conocimiento de los vecinos para que lo exijan a sus consistorios”, ha sostenido la presidenta de ‘Corazón de paloma’.