La noche del Martes Santo en Daimiel es la noche del Cristo de la Luz. A las 21:30 horas se pondrá en marcha el Vía Crucis donde procesiona esta imagen de Rafael Iroruzqui (1965) sobre un trono que estrenará el plateado de sus 14 estaciones. También se ha barnizado el paso, se ha cambiado su iluminación y se ha instalado una nueva megafonía con el objetivo de escuchar mejor las meditaciones que rezarán los novicios de la comunidad pasionista daimieleña, como avanzó el presidente de la Archicofradía de La Pasión, Francis Martín-Portugués, que ha renovado en el cargo hasta 2023.
Este Vía Crucis recorre un itinerario diferente al de la mayoría de procesiones de la Semana Santa daimieleña, pasando por las calles Magdalena, Aguabuena, Ciudad Real, Plaza de Lepanto, Colón, Jesús, Plaza de la Paz, Castillejos, Plaza de Tetuán, (conocida como ‘Las 7 esquinas’), Arcipreste Julio Mata y regreso a la ermita del Cristo de La Luz.
Por otra parte, la noche del Lunes Santo se cerraba con las bajadas y besapiés de los cristos del Consuelo y de la Expiración. Centenares de daimieleños se acercaron hasta estos actos litúrgicos en las parroquias de San Pedro y Santa María. Una oportunidad de estar más cerca de estas imágenes en un ambiente de recogimiento y de mucha emoción.
Entre los asistentes y entre los directivos la mayoría de las conversaciones giraban sobre la meteorología que espera a partir de las últimas horas del Miércoles Santo, precisamente cuando tiene que procesionar el Vía Crucis del Cristo del Consuelo. Su presidente, Alberto Honrado, prefería no adelantar acontecimientos y, aparezca o no la lluvia, “los hermanos saben que tiene venir a rezar el Vía Crucis”.
En esa misma línea se expresaba el presidente de ‘Los Blancos’. Roberto Caraballo comentaba que “pinta mal” pero “la esperanza es lo último que se pierde”. De no salir el Viernes Santo, “nos quedaremos en la iglesia, tocará la banda y se rezará por los difuntos de la cofradía”.
Esta noche, a partir de las 20:30 horas en la parroquia de San Pedro, se procederá a la solemne bajada, oración y contemplación del Cristo del Sepulcro, la imagen titular de ‘Los Negros’.
