La entrega de premios del certamen de pintura Juan D’Opazo ‘Desde mi ventana’ finalizó la pasada tarde de viernes en el salón de actos de la Casa de Cultura. Fue el turno de los ganadores de la nueva categoría de adultos: Enrique García Velasco, seguido de Ana González Murillo y Mari Paz Romero. Recogió también los diplomas de todos los participantes de IES ‘Ojos del Guadiana’ su directora, Edith Bedín.
En el acto, en el que estuvieron presentes el alcalde de la localidad, Leopoldo Sierra, la concejal de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, junto a otros miembros de la Corporación Municipal, se anunció igualmente la futura impresión de un pequeño libreto por parte de la Diputación Provincial en el que se incluirán las láminas de los 16 participantes de la categoría adulta, así como los de “profes y seños”.
Rodríguez de Guzmán, que reconoció tener “un sabor agridulce” tras la clausura del certamen, deseó que la cuadragésima edición pueda celebrarse de nuevo en las calles de Daimiel, con todos los niños y niñas inundando los rincones más pintorescos de la ciudad. No obstante, adelantó que en el caso de que no pueda darse dicha situación, desde su delegación “se seguirá apostando por la celebración del certamen de una u otra manera”.
De esta forma concluían los reconocimientos públicos del Ayuntamiento de Daimiel a los ganadores de la convocatoria. Debido a la covid-19 se han efectuado de forma escalonada del miércoles al viernes en distintos horarios y en función de cada grupo para evitar concentraciones y mantener el aforo permitido por las autoridades sanitarias.
Este año el certamen de pintura Juan D’Opazo ha estado confinado. La cita, que durante 38 años se había celebrado al aire libre con los alumnos de todos colegios y docentes como principales protagonistas a finales de mayo o principios de junio, tuvo que ajustarse a cada uno de los hogares de las familias daimieleñas; hecho que generó que la delegación de Cultura optase por una edición especial denominada “Desde mi ventana” invitando a los participantes a dibujar aquello que veían desde los miradores o balcones de sus casas para, posteriormente, remitirlo a través de correo electrónico a la delegación. Fue la adaptación de un evento que permitió al mismo tiempo implicar a los participantes en esta remozada actividad municipal que el año que viene cumplirá cuatro décadas.
