
Imagen de archivo de un sistema de riego / Lanza
Entrevista a Agapito Portillo, viceconsejero de Medio Rural de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha
La sequía es uno de los factores más negativos para el campo. El agua es vital para la actividad agraria y ganadera, y su escasez provoca caídas en los rendimientos. El cambio climático -que está consolidando la reducción de precipitaciones- supone una gran preocupación para los productores de Castilla-La Mancha, una de las regiones con más tradición agrícola. Cuenta con 582.767 hectáreas de regadío, el 15% del total de tierra cultivada, y los productores piden aumentar la superficie para mejorar las producciones, generar más riqueza y frenar el éxodo rural. Por ello, el Gobierno autonómico se siente cómplice de los agricultores y ganaderos, según Agapito Portillo, viceconsejero de Medio Rural, y convoca de forma sistemática ayudas para optimizar las explotaciones. En una entrevista, Portillo recuerda la importancia del respaldo económico a la modernización y transformación de regadíos, así como destaca el papel que tendrá la Tubería a la Llanura Manchega para el consumo humano. En conjunto, sostiene el viceconsejero, Agricultura trabaja para seguir fortaleciendo al sector primario, y para seguir consolidando el potencial de la industria agroalimentaria, que copa el 18% del PIB regional.
PREGUNTA.- Ante la situación de sequía que persiste (aunque llovió en diciembre), hay previstas medidas de apoyo, dentro de las competencias de la Consejería para paliar los efectos de la falta de agua?
RESPUESTA.- En estos momentos, nos encontramos a finales del invierno, una época que climatológicamente se caracteriza por bajas temperaturas y escasa pluviometría. Por tanto, aunque se viene arrastrando una situación de escasez de agua, hay que estar atentos a la evolución del clima en cuanto a precipitaciones y temperaturas en esta próxima primavera, época en la que habitualmente las lluvias son más importantes.

Foto de archivo del viceconsejero de Medio Rural de C-LM, Agapito Portillo - CORTES DE C-LM/CARMEN TOLDOS
En este sentido, por ejemplo, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) tiene convocada para el 30 de marzo la junta de gobierno, y entre los puntos a tratar se encuentra la revisión del Plan Especial de Sequía de la cuenca. En estas reuniones se verá la evolución de las masas de aguas, en especial las superficiales, y las posibles compensaciones, a la luz de los datos que puedan existir, dentro de los correspondientes planes de sequía.
La consejería, por su parte, convoca de forma sistemática ayudas para la mejora de explotaciones, con las que agricultores y ganaderos pueden incluir inversiones tendentes a mitigar los efectos de la sequía, semejantes a abrevaderos, cubas, o depósitos. Les ayudan a estar preparados ante posibles épocas de escasez de precipitaciones.
Igualmente, las líneas de seguros agrarios contemplan este tipo de cobertura de daños por sequía. En este ámbito, la Consejería ha casi duplicado los fondos disponibles desde 2015 para subvencionar diferentes pólizas de seguros, entre las que se encuentran las coberturas por sequía.
Igualmente, la consejería comunica cada año al ministerio de Agricultura los municipios afectados por episodios climáticos, como la sequía, al objeto de que el Estado publique la correspondiente reducción del rendimiento neto de los módulos de la actividad agraria en el IRPF.
En definitiva, existen una serie de mecanismos habituales que ayudan a nuestros agricultores y ganaderos a paliar los efectos de las cada vez más recurrentes sequías. En todo caso, desde la consejería estaremos vigilantes con la evolución climática de los próximos meses, para ir tomando las decisiones que sean pudieran ser necesarias en cada momento.

Cultivos con riego subterráneo en las masas centrales de agua del Alto Guadiana / CHG
P.- La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha recortado el 10% en las concesiones en aguas subterráneas, ¿qué opina? Por otro lado, la Junta ha publicado la última convocatoria para la modernización y transformación de regadíos, ¿cuánta inversión se ha comprometido y cuál es el montante gastado de los últimos años en esta materia?
R.- En primer lugar quisiera recordar que la Consejería de Agricultura, a través de su representante, se manifestó ante la CHG en contra de cualquier recorte sobre las concesiones que tienen los agricultores. Las dotaciones en este año ya están decididas y, en todo caso, solo cabe el levantamiento de esas reducciones si la situación mejora. Estamos a la espera de ver qué posición tiene la CHG en las próximas Juntas de Gobierno, con el fin de poder manifestar nuestra posición.
En cuanto a la última convocatoria para la modernización y transformación de regadíos, está inicialmente dotada con 15 millones de euros, que podrán ser ampliables en función del interés que muestren los posibles beneficiarios en la ayuda. Destacar que la orden contiene un cambio respecto a las anteriores, como es que la ayuda puede llegar a alcanzar hasta el 90% de la inversión, dependiendo del tipo y la modalidad de regadío. Hay que recordar, igualmente, que la superficie de riego regional se sitúa en el 15%, muy por debajo de territorios similares. Aún así, desde el año 2015, Castilla-La Mancha está registrando la mayor inversión de la Administración hasta el momento, con 261 millones de euros, que se han distribuido entre más de 20.000 agricultores y 75.000 hectáreas. Son políticas dirigidas a modernizar y hacer más eficiente los sistemas de regadío, con el fin de que nuestros agricultores tengan acceso al agua para poder tener unas explotaciones rentables.
Por otro lado, desde la Consejería de Agricultura se ha firmado un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Instituto Técnico Agronómico Provincial (ITAP) de Albacete, para poner en marcha un proyecto de transferencia de conocimiento científico dirigido a nuestros agricultores, con el objetivo de alcanzar una mejor y más eficiente gestión del recurso agua.
P.- En estas ayudas se incluyen subvenciones a los proyectos de mejora de regadío social, como las de Ciudad Real en la Comunidad de Regantes del Pantano de Peñarroya -ya terminada- o la del Gasset, en plena obra. ¿Cuáles son los beneficios de este tipo de infraestructuras para los regantes comuneros?
R.- Son inversiones que repercuten en una mayor sostenibilidad ambiental del regadío, y ayudan a impulsar un uso más eficiente del agua. Por ello, a la convocatoria actual puede concurrir cualquier comunidad de regantes que quiera seguir modernizando su regadío, como los de dichas comunidades.

Regantes del Gasset y autoridades en ls obras de su tubería / Lanza
En el caso del Gasset, con 305 regantes, la transformación permitirá pasar de 200 a 900 hectáreas de riego efectivo, gracias a una inversión de más de 5 millones de euros, de los que la Consejería de Agricultura ha subvencionado el 50%, es decir, 2,5 millones.
En Peñarroya, con 2.700 regantes y 7.800 hectáreas de riego, han concurrido a las dos últimas convocatorias de la Consejería, que incluyen entre otras inversiones la instalación de placas fotovoltaicas y, además, se van a invertir 22,5 millones de euros, con una importante ayuda tanto del MAPA -a través de la SEIASA- como del propio Gobierno de Castilla-La Mancha, que servirá entre otras cuestiones, para realizar inversiones en eficiencia energética. Así, repercutirá en un importante ahorro energético y ayudará a la sostenibilidad del regadío.
P.- El 85% de la superficie agrícola de Castilla-La Mancha es de secano, ¿cómo cree, con las restricciones, va a ser el futuro del campo regional?
R.- El futuro regional pasa, indudablemente, por tener una agricultura eficiente y sostenible, como productora de alimentos de calidad. Esta sostenibilidad pasa por ser ambiental, económica y social, como no puede ser de otra manera. Y el regadío tiene y tendrá un papel importante en el campo castellanomanchego, como herramienta fundamental en la fijación de población al territorio, y ahí el Gobierno regional estará siempre al lado de los agricultores.
P.- ¿Y cómo valora la petición por los agricultores de más infraestructuras, incluso desviando agua del trasvase?
R.- La tubería a la Llanura Manchega es una obra importantísima para la Comunidad Autónoma, ya que va a suponer que muchos habitantes de la región tengan garantizado el acceso a agua de calidad para beber en cantidad suficiente, y además quitará presión a los acuíferos al dejarse de extraer esa cantidad de agua para beber.
Quiero recordar que esta infraestructura, en la que se invirtieron 300 millones de euros, se pondrá en uso por fin el 29 de marzo, comenzando por el ramal nororiental, para llevar inicialmente agua a 15 municipios, con cerca de 100.000 habitantes, por un volumen de 12 hectómetros cúbicos. Alcanzarán los 50 cuando se completen el resto de ramales. Todo ello sin añadir agua adicional a la que se detrae de los pantanos de cabecera. Esta cantidad se retirará de la que se envía al Levante por medio del trasvase.
Por tanto, creo que la Tubería a la Llanura Manchega, una vez puesta en marcha, demostrará por todo lo que he expresado, la importancia para que tiene para el conjunto de la región, y para todos sus ciudadanos.