Los agricultores y ganaderos indignados por la falta de rentabilidad en sus explotaciones debido al incumplimiento reiterado de la Ley de la Cadena Alimentaria y los palos en las ruedas puestos por la normativa mantienen viva la llama del pasado 6 de febrero en Ciudad Real, cuando decidieron parar de trabajar y subirse al tractor para reivindicarse.
Julián Serrano, agricultor de Argamasilla de Alba, al frente de una explotación familiar con su padre, lleva parado desde entonces. Solo trabajó el jueves pasado, porque dice que las organizaciones agrarias, Asaja, Upa y Coag, que estuvieron detrás del paro ese día, no le “representan”.
Este lunes volvió a reunirse con los “35 o 40 compañeros” de su localidad para participar en el piquete informativo y cortar la N-430. Los piquetes y las marchas lentas forman ya parte del día a día en toda la provincia. “Aquí la mayoría somos pequeños y medianos agricultores con cultivos similares. Aunque los hay que no han parado”, explica Julián a Lanza.
Él tiene viñas, cebollas, sandía, melón y algo de cereal. Al cabo del año contratan “3 o 4 trabajadores fijos”, cifra que sube a “12 o 14 en campaña”. “Cada vez tenemos que aumentar más las hectáreas para ganar lo mismo, por lo que el riesgo aumenta”, explica. Tiene 35 años y es de los pocos que intentan garantizar el relevo intergeneracional en el campo.
Exigen más sanciones a los que incumplen la Ley de la Cadena Alimentaria
El problema principal es que las explotaciones pierden rentabilidad. “El campo lleva abandonado muchos años, por unos gobiernos y otros. Siempre hemos estado en un segundo plano y ya ha llegado un momento en el que te da igual trabajar que no, porque no te puedes atrampar más. Hemos llegado al límite”, explica.
La solución es “que el producto tenga su valor”, que no se venda por debajo de los costes de producción. Julián Serrano dice que no quieren depender “de subvenciones ni ayudas”, sino que se paguen bien los productos. La vista está en las cadenas de distribución de alimentos, “que tienen que cumplir con la Ley de la Cadena Alimentaria” y en el Gobierno, “que debe de aumentar los controles e imponer sanciones”.
Por supuesto, piden que “no entren productos de fuera con los que no pueden competir”, como pasa con productos como el tomate y la naranja, que según explica Julián, “entran mucho más baratos de África porque los costes de producción son más bajos”.
También piden dar una vuelta a medidas que incluye la Política Agraria Común (PAC) y que son “muy difíciles de cumplir en zonas como La Mancha”, como ocurre, según señala el agricultor de Argamasilla, con “las cubiertas vegetales”, de manera que por no plantarlas las ayudas disminuyen.
Los ganaderos no han podido parar, pero participan en las protestas
Los ganaderos también están en huelga, aunque su participación es diferente. “Ellos no pueden parar tantos días, por lo que van a trabajar y después participan en las protestas”. Al igual que hay que ordeñar las ovejas, Serrano confirma que en ningún lugar de España se está dejando producto sin recolectar.
“Este Gobierno no puede permitir que las carreteras estén paradas un mes”
¿Hasta cuándo durará la protesta? Julián Serrano dice que no tienen la intención de acabar con el paro hasta que el Gobierno atienda sus demandas e insiste en él, “porque es el que nos representa en Europa”. Lo hacen con el ánimo en alto, por el éxito de la convocatoria, a la que se sumaron este lunes los camioneros de la Plataforma Nacional para la Defensa del Transporte por Carreteras.
El agricultor de Argamasilla de Alba espera que la solución llegue pronto, antes de marzo, cuando empiece con la plantación de la cebolla. “Este Gobierno no puede permitir que las carreteras estén paradas un mes. Alguien tiene que responder”, insiste. Si desde Ciudad Real no los escuchan, una de las provincias más movilizadas de España, dice que “habrá que ir a Madrid o a Bruselas”.
Se organizan por grupos de Whatsapp
Por grupos de Whatsapp, por teléfono y entre conocidos es como se coordinan los agricultores y ganaderos que participan en las protestas. La organización es comarcal, donde existen diferentes portavoces, pero no hay ningún líder provincial y menos a nivel nacional, pero eso no ha sido un lastre hasta ahora.
Además, Julián Serrano destaca que al igual que no quieren la representación de las organizaciones agrarias, a su juicio, influenciadas “por las subvenciones”, tampoco la quieren de partidos políticos. “Participamos de manera independiente: sin banderas, sin colores”, añade.
A las personas que han afectado los cortes y las marchas lentas les piden “disculpas” por las molestias causadas, y Julián Serrano le dice a la gente que los entiende, “que dice que no paremos”, que los acompañen. A pesar de que los últimos días se han saldado con un buen número de denuncias, confirman que en la comarca de Tomelloso no ha llegado ninguna.