En el mes de enero empezó a tomar cuerpo el espectáculo “Camino de flores. Cien años de Lola” en la cabeza del bailaor José Carlos Ledesma. Tal vez fuese una de las canciones de Lola Flores sonando de fondo, o quizás alguna de esas imágenes de “La Faraona“, con esa mirada intensa, invitando a no desistir, a seguir apostando por el arte como forma de avanzar por la vida. El caso, es que el gusanillo perdido volvió al bailaor que empezó a soñar con una obra donde se conjugase baile, flamenco, teatro y poesía, para rendir homenaje a la jerezana.
Tal vez, a los que contemporáneos de Lola Flores les quedó la responsabilidad de mantener vivo el legado de una de las más grandes del flamenco, no sólo con su recuerdos, sino trabajando para mantener viva esa llama que incendiaba los escenarios por los que pasaba. Ya avisó Melendi cuando cantó aquello de:
desde mi ventana aún lloran los cantaores,
desde aquella triste tarde, en que murió el arte con Lola Flores.
Y puede que llore el arte, pero Lola sigue permaneciendo en la idiosincrasia de España, porque aunque hayan pasado ya 28 años de su muerte, no hay día que no se recuerde su figura. Explica Ledesma que “siempre he sido muy fan de Lola Flores, de su forma de expresar, de su forma de defenderse en el escenario y con motivo de la celebración de su centenario, pensé que una bonita forma de rendirle homenaje, era a través de un espectáculo de baile como el que hemos planteado”.
Escuchando sus canciones, viendo sus vídeos, nació “Camino de Flores“, en la que señala Ledesma “narramos lo que es un poquito la historia de su vida, desde que nace en Jerez de la Frontera un 20 de enero de 1903 hasta su muerte en Madrid”. En el espectáculo surgirán frases de sus diferentes canciones, chascarrillos que quedaron para el recuerdo colectivo y cómo no, su música como fuente inagotable de inspiración.
Las personas que acudan al encuentro, “se van a sorprender, porque no sólo van a encontrarse con las míticas canciones de Lola, sino que además van a ver teatro, van a escuchar poesía, va a haber mucha interacción con el público, etc”.
Porque Lola no era sólo su torbellino sobre el escenario, sino las enseñanzas que quedaban detrás y la ruptura con el concepto clásico del flamenco, inspirándose en figuras como Federico García Lorca o en la del propio “Pescailla“, uno de los padres de la rumba catalana; porque los grandes, siempre acaban por cruzar sus caminos para hacer más grande el arte.
Sobre el escenario, además de José Carlos Ledesma, van a intervenir la cantaora, Verónica Moyano, el guitarrista, Miguel Aguilera y el percusionista, Daniel Morales.
«Ni canta ni baila, pero no se la pierdan»
A Lola siempre le acompañó un eslogan que el tiempo ha desmentido, pero que permanece como cierto porque suena bien aunque no sea cierto. “Ni canta ni baila, pero no se la pierdan“, publicó supuestamente el New York Time en una de las visitas de Flores a Nueva York.
Ledesma subraya que “aunque técnicamente no era perfecta, deslumbraba por su garra, por su fuerza, por esa manera de mirar, que la hacían ser una artista única”.
Actualmente, artistas como Rosalía, C.Tangana o el propio Omar Montes, han seguido sus pasos, reinventando un género como el flamenco que apuesta en su ideario por la pureza estética, por el flamenco profundo, el que habla de dolor, de sentío, de quejío, que lo hacen ser un género respetado y atemporal. “Este tipo de artista están abriendo las puertas para que el gran público acabe llegando al flamenco más puro”.
En este sentido, afirma, “ahora vas a cualquier feria y es común poder escuchar a un artista como Miguel Poveda”. “El flamenco se ha actualizado, se ha adaptado al gran público, aunque quizás se ha ido perdiendo parte de la esencia”.
En el camino hacia el gran público, también aparece su espectáculo encuadrado en el Día Internacional de la Danza, que llenará las 250 butacas del Teatro Municipal de Pozuelo de Calatrava. Allí, este sábado, “habrá público de todo tipo. Irán niños, gente joven, gente adulta”.
Tras Pozuelo, los cien años de Lola llegarán a Córdoba el próximo 12 de mayo y a Ciudad Real, el próximo 9 de octubre.
Así que, ya lo saben. Si quieren disfrutar de Lola, del flamenco y de un género que se reinventan, este sábado tienen una cita en Pozuelo de Calatrava.