El río Bullaque, principal afluente norteño del Guadiana en la provincia de Ciudad Real, ofrece su cara más amarga en este final del tórrido verano de 2022 en El Robledo. Por tercer verano consecutivo ha sido imposible el baño, el cauce está completamente seco –se ve un pequeño charco- a su paso por esta población que vive del río, clave tanto para el turismo como para la agricultura. Y eso que no se ha sembrado maíz este, otro golpe para la economía de la comarca.
“Desde la sequía de 1995 no se ve el río así, es impactante y doloroso. Se sea regante o no todos queremos ver el río con agua. Llevamos ya siete años de sequía pero lo de estos tres últimos, en especial este verano, ha sido desastroso”, cuenta la alcaldesa Elena Tamurejo a la que le duele el aspecto de El Robledo este año, “la gente que veranea aquí ha seguido viniendo, pero el río es nuestra alegría”.
Tamurejo teme un desastre ecológico
Tamurejo teme un desastre ecológico si sigue sin llover este otoño, aunque parezca dejadez muchos árboles de la ribera se han secado, y el Ayuntamiento no puede hacer nada, tampoco está utilizando agua para regar parques para no desperdiciar ni una gota. “No tiene sentido que si el río está seco utilicemos agua de un pozo que está al lado para los árboles”.
Que llueva y mejorar la gestión del agua
Como en la mayoría de poblaciones de Ciudad Real, el agua y su gestión es lo que más preocupa este otoño al pequeño Ayuntamiento de El Robledo (1.058 habitantes), un término municipal que sin ser del parque nacional de Cabañeros aporta el mayor número de plazas de alojamiento a la comarca. “De momento la única solución que tenemos es que llueva mucho y hacer una buena gestión del agua de la Torre de Abraham. Es posible que haya que ajustar lo que se riega, es difícil tomar decisiones que afectan a mucha gente, pero ahora mismo la situación da miedo”, reconoce.
La Torre, el embalse que permite beber a Ciudad Real
El Robledo es uno de los municipios de la Mancomunidad Valle del Bullaque que se abastece del embalse de Torre de Abraham. La Torre, el pantano que regula el cauce del Bullaque, también es la garantía de que Ciudad Real y su comarca no sufran restricciones cuando vienen sequías como esta, por su conexión al embalse de Gasset (este año ya se han hecho dos trasvases al Gasset).
Preocupante situación de la Torre de Abraham
Pero el pantano la Torre, el de mayor capacidad de la cuenca Alta del Guadiana, está dando signos de un agotamiento que no se veía desde que se recreció a principios de siglo. A falta de tres semanas para que empiece el nuevo año hidrológico, el embalse de la Torre de Abraham tiene 13 hectómetros cúbicos embalsados (tiene capacidad para 183), está al 7% de su capacidad. Sobre el papel y con este nivel –menos de 14 hm3- no podría trasvasar agua el pantano de Gasset, que de momento tiene reservas para aguantar un año sin restricciones.
La cuenca Alta del Guadiana, al 16% de reservas
La cuenca oriental del Guadiana, la ciudarrealeña, en la que este verano no ha habido riegos con aguas superficiales (solo de emergencias) excepto en la comarca de Argamasilla de Alba, que depende del embalse de Peñarroya, ha empezado septiembre con las reservas al 16% de su capacidad y solo 64 hectómetros cúbicos.
Esperanzados con las lluvias de Danielle
Ahora todas las miradas están puestas en este inicio de semana en las lluvias que pueda traer los restos del huracán Danielle que sigue acercándose a la Península Ibérica por el Atlántico como borrasca profunda. De momento las previsiones hablan de lluvias posiblemente fuertes en muchas zonas, en especial en la parte occidental, a partir de este lunes por la tarde, y sobre todo el martes y el miércoles.