La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha hecho caso, en parte, a las quejas de la comunidad de regantes del embalse de Torre de Abraham, que cuestionan que la presa suelte agua para garantizar el caudal ecológico del río Bullaque cuando está bajo mínimos (8%), y ha decidido reducir un tercio el desembalse.
Desde el miércoles el caudal de agua que se libera del pantano ha pasado de 300 l/s a 100/s, “lo hemos hecho en función de las escasas aportaciones que se están produciendo y lo conservaremos. Estos ajustes se revisan periódicamente”, ha explicado a Lanza Samuel Moraleda, el presidente del organismo de una cuenca que pasa por momentos parecidos a lo que se vivió en la grave sequía de 1995.
De la medida se ha informado tanto a la presidenta de la comunidad de regantes de la Torre de Abraham, Mar Rodríguez, como a algunos alcaldes de la comarca, con los que ha hablado Moraleda (le habían pedido una reunión estos días).
“El agua no se tira, cumple funciones ambientales”
Respecto a la crítica por la suelta de agua al río Bullaque desde la presa, pese a que está recibiendo aportes de otros arroyos aguas abajo, y el supuesto “devoro”, el presidente de la CHG responde que “el agua no se tira en ningún caso, el agua también cumple sus funciones ambientales, además de la socioeconómicas. La aprobación del plan hidrológico de cuenca fija unos caudales mínimos que teniendo en cuenta los pocos aportes al embalse hemos ajustado”, remarca.
El jueves la presidenta de la comunidad Mar Rodríguez explicó que veía innecesario seguir soltando agua de un embalse, el de mayor capacidad de la cuenca del Guadiana en la provincia, que acumula 16 hm³ de los 183 hm³ de capacidad total, esto es solo el 8% y que no está recibiendo agua en abundancia, como cabría esperar en diciembre, del Bullaque aguas arriba y el río Milagro.
CHG y regantes le piden al nuevo lluvias
A meses para que se apruebe la campaña de riego asociada a aguas superficiales (ahora imposible en este embalse en emergencia y que sirve de garantía para el abastecimiento humano de Ciudad Real y su comarca), regantes y Confederación del Guadiana coinciden en un cosa: seguir con lupa los partes meteorológicos y confiar en que vengan lluvias este invierno que reviertan la situación.
580 comuneros de Porzuna, El Robledo, Retuerta y Alcoba
La comunidad de regantes de Torre de Abraham está formada por unos 580 comuneros, agricultores de Porzuna, El Robledo, Retuerta del Bullaque y Alcoba de los Montes. Esta infraestructura, sobre todo desde su recrecimiento a finales de los años noventa, garantiza en años hidrológicos normales la puesta en regadío de 5.580 hectáreas, dividida en tres sectores de riego y unas 1.188 parcelas.
La concesión anual de agua para riego es de 33 hectómetros cúbicos, aunque en los últimos años no ha sido posible derivar ese volumen de agua a la agricultura. Desde 2020 el embalse de mayor capacidad de la provincia de Ciudad Real no levanta cabeza, si bien en esta última campaña se permitió a los regantes disponer de 17 hectómetros cúbicos.
Históricamente los cultivos de la zona eran patata, julia, alfalfa, veza, maíz, tomate, alguna plantación de melocotonero y perales. En la actualidad hay más diversidad, “se van incorporando avena, trigo, cebada y frutales, con los nuevos tiempos y circunstancias climáticas”, explican desde la comunidad.