J. Y.
Ciudad Real
El número de familias y empresas que a lo largo de 2012 solicitaron abrir un proceso de concurso de acreedores en la provincia de Ciudad Real (antigua suspensión de pagos) aumentó un 30 por ciento respecto a 2011, ejercicio en el que ya se había duplicado en comparación a 2010.
Según datos de la estadística concursal del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este miércoles, la provincia registró un total de 68 deudores concursados por no poder hacer frente a sus deudas, frente a los 51 del año precedente y los 27 de 2010.
Del total, 14 fueron personas físicas sin actividad empresarial y 54 sociedades con actividades industriales o comerciales.
Este repunte anual pone de manifiesto que la crisis sigue incidiendo en la economía de las familias y de la pequeñas y medianas empresas, que son la base del tejido industrial provincial y regional. En este último caso, el incremento también avanzó en un porcentaje del 30 por ciento, de 42 empresas concursadas en 2011 frente a las 54 de 2012, aunque el aumento respecto a 2010, con sólo veinte sociedades concursadas, casi se triplicó.
El sector donde se registraron más concursos fue, un año más, el de la construcción, con un total de 14 procedimientos (dos más que en 2011), doce de edificación y promoción inmobiliaria y dos de otro subsector.
El segundo, muy de cerca del primero, fue el de industria, con 10 concursos aprobados, seis de bienes de capital (sólo hubo uno en el ejercicio precedente), y cuatro de bienes intermedios.
Otros cuatro procedimientos se tramitaron en comercio al por mayor, dos menos que hace un año, mientras que Hostelería registró dos empresas en concurso de acreedores y una de transporte y almacenamiento.
El sector de información y comunicaciones también se vio lastrado por esta vía para saldar deudas, con cinco empresas afectadas, las mismas que en actividades profesionales. Tres empresas se declararon insolventes en el sector Servicios en la provincia y otras tres sin ninguna clasificación.
Por tamaño en función de su número de trabajadores, casi la mitad (24) tienen entre cero y cinco empleados, es decir, que son microempresas, mientras que otras 25 contaban con plantillas entre cinco y 49 trabajadores. Solo una superaba el medio centenar de trabajadores y otra rebasaba el centenar. En otras tres no constaba el número de asalariados.
En la misma tendencia se dibujó el perfil de las empresas concursadas en función de su volumen de negocio, es decir, hubo más concursadas con menor cartera económica. Así, 31 de 54 gestionaban desde los 250.000 euros al millón, ocho registraban entre uno y dos millones y nueve podían llegar a cinco. Sólo tres movían más de 10 millones de euros.
El endeudamiento hizo caer en mayor proporción, por antigüedad, a las de entre 5 y 8 años (25), cuatro con menos de cuatro años y nueve con más de veinte.