La Plataforma de la N-430, que lleva años luchando por una “autovía digna y segura”, que comunique Ciudad Real con Badajoz, no renuncia a que esa carretera nacional, deteriorada y peligrosa en buena parte del trazado, se convierta en un futuro en autovía.
Llevan años reclamando la “Autovía del Guadiana”, y creen que su sueño se puede cumplir, aunque sea en futuro más lejano. Esta es la respuesta oficial a la decisión del Ministerio de Transportes de aparcar por el momento la continuidad de la autovía A-43 (Levante-Lisboa) por Ciudad Real y Badajoz, ni por el norte ni por el sur de ambas provincias, y centrarse en los próximos años en acometer una reforma de calado, incluidas variantes, en la carretera N-430, la principal vía de comunicación ahora entre ambas provincias.
«No perdemos de vista nuestro objetivo»
“Agrademos la inversión de 350 millones de euros, pero no vamos a perder de vista nuestro objetivo”, señala Venancio Rincón, alcalde de Puebla de Don Rodrigo y presidente de la plataforma que se ha reunido este viernes en Santa Amalia (Badajoz), para marcar una postura común y estrategia de futuro ante la decisión de la Dirección General de Carreteras, que de facto parece apostar por la opción norte para comunicar por una vía de gran capacidad Ciudad Real y Badajoz, que por el momento no existe.
La plataforma redirige ahora sus prioridades, por un lado exigirá que al Gobierno que se agilicen los plazos para la redacción del proyecto inicial, y por otro instará a que se incluya en en el proyecto el tramo de autovía desde Torrefresneda a Santa Amalia. “También queremos que la inversión se incluya en los presupuestos generales del año que viene”.