El III Certamen de Pintura Escolar de Manzanares bate su récord de participación este año con cerca de ochenta obras presentadas por menores de diez a dieciocho años de edad. El concejal de Educación en funciones del Ayuntamiento de Manzanares, Juan López de Pablo, entregó los premios a los menores que este año han conseguido alcanzar alguna de las tres posiciones galardonadas en las dos categorías del concurso, de 10 a 13 años, y de 14 a 18 años.
El edil manzanareño agradeció y felicitó a los niños y niñas que han trabajado este años sus obras. “Animamos a que sigáis trabajando la pintura y el dibujo como ocio, pero también para que las tengáis en cuenta porque os ayudarán a trabajar vuestro desarrollo personal, y aspectos de la vida como plantear un dibujo, la organización espacial o el desarrollo de la inteligencia emocional, que os servirá en vuestros estudios, en vuestra vida, y en vuestro desarrollo profesional”, subrayó López de Pablo.
Muchas de las caras del concurso eran conocidas; algunos y algunas incluso habían sido premiados en otras ediciones. Del mismo modo, animó a trasmitir estas ganas de participar a los compañeros y compañeras de aula justo antes de la entrega de premios.
Reparto de premios
El resultado del fallo ha dado por ganadores, en categoría de 10 a 13 años de edad a Blanca García, del colegio San José, en tercera posición; Jorge Enrique Lozano, de la EFA, como segundo clasificado; y a Irene Abad, del colegio Tierno Galván como primera clasificada. Los ganadores recibirán 50, 75 y 100 euros de premio, respectivamente, y un diploma.
En la categoría de 14 a 18 años de edad, el tercer premio, valorado en 50 euros y diploma ha sido para Erika Espinosa, del instituto Pedro Álvarez de Sotomayor; el segundo premio, de 75 euros y diploma, ha sido para Ainhoa Camacho, del instituto Azuer; y la primera posición, con 100 euros y diploma, la ha logrado el estudiante de la EFA Javier Bellón.
Los menores reivindicaron la presencia del arte en las aulas. “La uso para evadirme; pinto porque me gusta, no porque alguien me obligue”, señaló una de las premiadas. Del mismo modo, el resto de participantes también apuntaron aspectos positivos de la pintura y el dibujo como ser tranquilizante e inspirador para sus vidas.