Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2016, con la denominada operación “Antitox”, en la que los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Manzanares, al hallar un ejemplar de águila ratonera muerta por envenenamiento, según análisis toxicológico, en terrenos de un coto privado de caza del término municipal de Manzanares.
A medida que las indagaciones avanzaban, en junio de 2018, un vecino de la localidad de Membrilla denunció la muerte de dos gatos, por posible envenenamiento, en una casa de campo de su propiedad situada en una parcela perteneciente al referido coto y cuyo análisis toxicológico confirmó el envenenamiento por la misma sustancia que el ave rapaz protegida antes citada.
En julio de 2018 se localizó el cadáver esqueletizado de un ejemplar de águila imperial ibérica, en peligro de extinción, en una parcela agrícola perteneciente al referido coto de caza, cuyo análisis toxicológico también confirmó la presencia, en los tejidos del animal, del mismo veneno que en los anteriores.
Modus operandi y registro domiciliario
Una vez que se obtuvieron las pruebas e indicios suficientes, se procedió a realizar inspección del interior de la casa de campo utilizada para la gestión del coto, con autorización explícita del detenido, encontrando en varios recipientes la misma sustancia que en los animales envenenados, un cebo envenenado sobre el tejado de la casa, así como utensilios (cañas biseladas), para la preparación de cebos, con restos del veneno en las mismas, según análisis toxicológico.
Igualmente, por un perro especialista de la Guardia Civil en detección de tóxicos, fue marcado como resultado positivo la presencia del mismo veneno en el maletero del vehículo propiedad del detenido.
El detenido, junto con las diligencias y efectos intervenidos, han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manzanares.
