La recuperación económica parece ficción al contrastar los datos de desempleo, la precariedad laboral, la despoblación y la huida de jóvenes al extranjero. Aún más al echar la mirada a los miedos colectivos sobre el futuro de las pensiones, la transición energética en la movilidad o la quiebra definitiva de los puentes de oportunidad que existieron para algunos de los hijos de la trabajadora.
La situación de España es compartida, pero Manzanares ha notado este 2018 chispas de alegría, cuyo balance puede traer algo de esperanza en la recta final del año. El desempleo ha bajado en 500 personas, existen nuevos servicios públicos, otros en camino, e importantes anuncios relacionados con la actividad en el polígono industrial. La implantación de 9 plantas fotovoltaicas además puede ser una “mina” en 2019 para un Ayuntamiento que afrontará la ampliación de la residencia de ancianos.
La firma del convenio de colaboración entre la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Manzanares fue una de las noticias más celebradas por la ciudadanía. Los Jardines pasará a tener 96 plazas residenciales y 40 en el servicio de estancias diurnas, por lo que acabará con la continua salida de mayores a otros centros de la provincia. El Ayuntamiento asumirá la construcción con 1,7 millones de euros de presupuesto y la Junta el mantenimiento.
Anuncios en la recta final del año
Marcados por la recta final de la legislatura y el inicio de la precampaña para las elecciones municipales, los últimos meses del año han estado marcados por más anuncios y algún movimiento político. De hecho, Rebeca Sánchez-Maroto es la nueva portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento, tras la dimisión de Manuel Martin-Gaitero, y Alfonso Manuel López-Villalta es ahora concejal, lo que podría dar algunas pistas de cara a los comicios.
Y más novedades. La sociedad estatal Sepes anunció que invertirá 11 millones de euros en la urbanización de 265.000 metros de suelo industrial. La reactivación del proyecto ‘Manzanares ampliación’ pretende consolidar los buenos datos económicos experimentados a lo largo del año, dentro de un contexto marcado por la recuperación.
Buena salud en el polígono
En los últimos tres años, la tasa de desempleo ha bajado en la ciudad en 500 personas y las empresas han creado unos 1.000 puestos de trabajo. Además, dos personas cotizan a la Seguridad Social por cada pensionista. En sucesivas ocasiones, Julián Nieva ha asegurado que Manzanares tiene “una realidad imparable” e incluso que creará “entre 250 y 300 puestos de trabajo directos en un año”. Sobre la mesa están varias ampliaciones de plantas del polígono y la apertura de una envasadora de aceite y un concesionario de camiones.
La buena salud del polígono industrial quedó patente con datos históricos como los de la Cooperativa Jesús del Perdón, que molturó 146 millones de kilos de uva. Calidad y cantidad también hubo en el sector del melón, aunque la campaña fue un desastre por las bajas cotizaciones. El 70 por ciento del melón se vendió a precios mínimos y hubo pérdidas de gas el 50 por ciento del coste de producción.
Mejoras en servicios públicos
El empleo y los servicios públicos determinan la calidad de vida, más cuando los problemas vienen de algo tan básico como el agua. La renovación de redes comenzó hace tan solo unas semanas. La primera fase del proyecto impulsado por el Ayuntamiento comprende la acometida principal y los barrios de Avenida del Parque y Nuevo Manzanares. Asimismo, llegará a “cerca de 5.000 metros lineales de tubería y más de 200 acometidas domiciliares”, además de a unos 3.000 vecinos
Asimismo, el Ayuntamiento dijo adiós a los andamios y lució rehabilitado para Semana Santa en un año en el que la televisión municipal salió del apagón después de seis años, el barrio de Divina Pastora estrenó ludoteca, la depuradora incorporó mejoras por casi 400.000 euros y el Ayuntamiento bajó un 8% el Impuesto de Bienes Inmuebles, lo que supuso un ahorro de 350.000 euros para los vecinos.
Además, el instituto Sotomayor estrenó laboratorio de ciencias y el instituto Azuer inauguró una nueva aula de informática y nuevas tecnologías con ordenadores de última generación, los dos con presupuestos municipales. También, una treintena de alumnos accedieron al nuevo comedor del colegio Divina Pastora.
Manzanares y la cultura
Decididos a convertir Manzanares en la “ciudad de museos”, el Ayuntamiento sumó dos nuevos recursos expositivos: el Archivo-Museo Ignacio Sánchez-Mejías y el Museo del Molino Grande.
El “llanto” de Federico García-Lorca por la muerte del diestro sevillano es el hilo conductor de un espacio que reúne alrededor de un millar de documentos conservados por la familia del diestro desde 1934 y que va más allá de la tauromaquia e invita a conocer la Edad de Plata de la cultura española y la Generación del 27.
Al pie del caz del Río Azuer, el Molino Grande recorre las raíces agrícolas de La Mancha con la exposición de aperos de labranza, alentadoras de grano y hasta la maquinaria de moler original restaurada, con las piedras soleras y volanderas, el emblema del espacio.
Una especial expectación generó además el Museo Manuel Piña en Fitur. Manzanares puso patas arriba Ifema con el desfile de tres modelos con diseños del modisto más internacional de La Mancha, que acapararon todas las miradas.
Los grandes eventos
Emblema de Manzanares, la Feria Nacional del Campo derrochó “calidad, innovación y modernidad” al servicio de los profesionales de la agricultura, la ganadería y la agroalimentación. Como curiosidad, un semental de raza ovina manchega rozó en subasta los 3.000 euros y hubo más de 100.000 visitantes en esta feria que superó por primera vez en la historia los 200 expositores.
Sin duda, fue el evento que movilizó a más personas, aunque el año dio para otros eventos multitudinarios, como el concierto de Rozalén, que removió “corazones y razones”, y que fue inclusivo y comprometido para más de 6.000 personas.
Alrededor de 4.000 personas vieron a Paco Candelas y otras botaron con Rosendo, que convirtió Manzanares en la capital manchega del rock.
Personalidades de prestigio trajeron temas de interés estatal
Manzanares tampoco ha permanecido ajeno a los debates que han ocupado las páginas de los periódicos a nivel estatal. Mientras que el vecindario respaldaba las convocatorias por unas pensiones dignas, en vísperas del cuarenta aniversario de la Constitución Española de 1987, los periodistas Fernando Jáuregui, Karmentxu Marín y Eduardo San Martín contrapusieron sus recuerdos de la Transición a la actualidad política y social, conscientes de que la reforma es más “necesaria” que nunca y de la “involución” en ámbitos como la libertad de expresión.
Fue en una de las charlas organizadas por la Escuela de Ciudadanos, que también trajo a los periodistas Montserrat Domínguez y Javier del Pino para hablar de las fake news, a la directora de cine Paula Ortiz y a la periodista María Guerra para tratar las brechas de género en la gran pantalla, y a la actual ministra de Transición Energética -entonces directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible-, Teresa Ribera, y al doctor en Biología y Genética, Javier Sampedro, que defendieron “respuestas inmediatas” ante el cambio climático, al que definieron como el “gran desafío del siglo XXI”.
La Gala de Música y Poesía celebrada por la Escuela de Ciudadanos en su décimo aniversario brindó uno de los momentos más emotivos del año. El cantautor Pedro Guerra y el poeta Luis García Montero apelaron a la sensibilidad del ser humano para transformar la historia y al carácter cívico del verso ante alrededor de 700 personas en el Gran Teatro.
Ecos del 8-M
Al calor de las movilizaciones que surcaron toda España en el 8-M, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero hizo un discurso claramente feminista en la entrega de los Premios Igualdad de Manzanares. Incluso llegó a afirmar que “estamos más cerca de erradicar el machismo”.
La defensa de la igualdad en todos los ámbitos y sectores también marcó el 44 Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo, que entregó el Premio Escena a la Liga de Mujeres Profesionales del Teatro, que reivindicó recursos similares para los proyectos liderados por mujeres.
Bajo la dirección de Cecilia Amores, la programación fue además muy especial: la Joven Compañía trajo teatro feminista con ‘Playoff’ y María Hervás fue el latido de la gente sin recursos, la rabia de la juventud perdida entre botellas de alcohol y la dignidad de los abandonados por la sociedad de consumo superficial y clasista con ‘Iphigenia en Vallecas’. En otoño, la educadora Pamela Palenciano también pisó Manzanares ‘No solo duelen los golpes’, un monólogo sobre la violencia machista con claros tintes feministas.
Entre otras personalidades, pasó por Manzanares la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, que apeló a la unidad de España y al “espíritu de concordia” del 78 durante la entrega del premio a la Mejor Labor Humanitaria de la asociación Tertulia XV a la Fundación Vicente Ferrer.
También estuvo el exministro y economista Miguel Sebastián, que fue muy crítico con los efectos negativos que tuvo la precipitada entrada de España en la Unión Europea, pero que afirmó que ahora la única opción es avanzar hacia una mayor integración.
Las movilizaciones de los funcionarios de prisiones también llegaron a las cárceles de Herrera de La Mancha y ganaron intensidad en noviembre con cuatro jornadas de huelga con seguimientos masivos y piquetes.
El mesón Sancho y la nave incendiada
El episodio más dramático del año fue la muerte de dos varones, con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años y procedentes de Europa del Este, por un incendio en una nave aparentemente abandonada en el polígono de Manzanares, en el que hubo otros seis heridos.
El Juzgado de Primera Instancia a Instrucción número 2 de Manzanares imputó de manera provisional por delitos contra la salud pública y contra los derechos de los trabajadores a 13 personas, que se encontraban en el lugar cuando comenzó el incendio.
En principio se pensó que eran temporeros y luego se especuló con que hubiera un taller textil o de tabaco, aunque la investigación sigue bajo secreto de sumario. Esta misma nave fue un depósito clandestino de residuos peligrosos hace años.
Aunque el suceso que tuvo más en vilo a los vecinos fue el atrincheramiento de José María Olivares en el mesón Sancho armado con una escopeta. Lanza informó minuto a minuto desde las once de la mañana de la evolución del suceso en pleno centro de Manzanares, donde intervinieron más de una veintena de agentes, incluida la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil de Baldemoro.
Las tiendas permanecieron cerradas y los vecinos no pudieron salir de sus casas hasta que se entregó a las 20.22 horas, una hora después de lanzar varios tiros al aire desde un patio interior.
Al día siguiente, el abogado de la familia confirmó a Lanza que había sufrido un momento de “enajenación” que se le fue de las manos y del que no pudo salir. Resultó imputado por amenazas, alteración contra el orden público, desobediencia grave y resistencia a la autoridad.
Uno de los sucesos más lamentables fue en la feria. Un conductor arremetió contra la concentración antitaurina celebrada a las puertas de la plaza de toros y alcanzó con su vehículo a varias personas, incluido un guardia civil, que acabó con heridas leves.
Singularidades
Como singular destacó la movilización vecinal contra el cierre del convento de las Concepcionistas Franciscanas Descalzas después de 426 años de historia. Más de 300 personas despidieron en junio a las monjas de clausura: Mercedes, Inés y Mari Ángela. De poco sirvieron los lazos azules colgados en las fachadas, las conversaciones del Ayuntamiento con autoridades religiosas, la creación de una Mesa Pro Convento y las 8.000 firmas frente a la falta de vocaciones.
Mientras que el Manzanares CF completaba una temporada memorable hasta alcanzar la Liga Nacional, el instituto Azuer de Manzanares conseguía sumar a su oferta el Ciclo de Acondicionamiento Físico. El deporte fue el nexo para un centenar de personas de toda la provincia, que dijeron “no” al racismo, y la Diputación sustituyó el césped del campo de fútbol.
De la ciencia llegó una de las noticias más tristes del año para los vecinos de Manzanares con la muerte del científico Julián Gómez-Cambronero, una de esas personas que, a pesar de pisar la cúspide de los genios, nunca olvidó sus raíces en esta región que sabe de viñas, de olivos y de corderos, pero que también toca las melodías de la ciencia. Murió a los 59 años en Ohio, donde vivía desde los años 80.
Singular también fue la campaña impulsada por un sacerdote para recoger medicamentos para Venezuela. Y la solidaridad en Manzanares no solo fue cosa de la Navidad, pues la empleada de un bazar chino brindó uno de los acontecimientos más llamativos al devolver un monedero extraviado con más de 1.000 euros. Todavía queda gente honrada.