Vino y cultura son dos conceptos que maridan la idiosincrasia de la localidad de Manzanares y marcan su “día a día”. Así lo dice el regidor del municipio, Julián Nieva, quien desataca el vínculo de la ciudad con la tradición vitivinícola y su desarrollo industrial, ampliamente representado por cuatro empresas punteras: Cooperativa Jesús del Perdón-Bodegas Yuntero, Vinícola de Castilla, Bodegas Isidro Milagro, y Pago Casa El Blanco.
“Manzanares entiende el vino como parte de su cultura”, insiste el primer edil en una entrevista con este medio.
Estos cuatro emblemas volverán a estar presentes en la Feria Nacional del Vino 2023 (Fenavin) y con ellos Manzanares, una localidad, según Nieva, cercana (“a 25 minutos del pabellón”), de gran proyección socieconómica, con una oferta turística “propia”, una propuesta hostelera “variada en precios y calidades”, y una amplia plaza hotelera para los visitantes.
No en vano, el pueblo, “con una buena ubicación” (al lado de la autovía A-43), cuenta con uno de los dos paradores de la provincia, que registra “llenos” casi todos los fines de semana, sobre todo en fechas de grandes y masivos eventos como Fenavin, su Feria Nacional del Campo (Fercam) o los encuentros de fútbol sala cada 15 días.
Estos días, coincidiendo con la celebración de Fenavin, Manzanares volverá a pisar fuerte, tanto con sus bodegas, como con la representación institucional del propio Nieva, como diputado provincial “y parte del equipo de Gobierno” de la institución que organiza la feria.
Y también como alcalde y representante del “potencial vinícola” manzanareño “del que me siento muy orgulloso”, a través de sus cuatro enseñas y “sus grandes enólogos”.
“Bodegas Yuntero es la segunda cooperativa más importante de España”, celebra, actualmente con una cifra de negocio de 61,6 millones de euros, 140 millones de kilos de uva procesadas y más de un millar de socios “de Manzanares y otras localidades como Villarrubia de los Ojos, Tomelloso, La Solana o Villarrobledo”.
Vinícola de Castilla, por su parte, como modelo de empresa privada, “tiene un proyecto muy importante de mejora de sus productos y de internacionalización de los mismos”, aplaude el regidor manzanareño, que ensalza los proyectos de futuro de la entidad, como la construcción de una nueva bodega “que dará un plus de calidad a sus vinos”.
Bodegas Isidro Milagro es otro proyecto “impresionante” por “la cantidad de millones de litros de vino que envasa para empresas y grandes superficies comerciales”. Igualmente, “son generadores de mucho empleo en nuestra ciudad”.
Pago Casa el Blanco es otra de las entidades vinícolas referentes en Manzanares, como un proyecto que garantiza la producción de vino DOP con sello de la procedencia de un suelo, clima y variedades específicas de uva. “Elaboran vinos de altísima calidad, controlando las cepas y los racimos”, apunta Nieva.
‘Cultura del Vino’
Manzanares también ha formado parte de la antesala de Fenavin, al acoger varios actos de la cuarta edición de ‘La Cultura del Vino’ como el encuentro con el economista Javier Ruiz en ‘Diálogos con vino’ y una cata comentada por María José Huertas, sumiller de la Terraza del Casino de Madrid, con 300 participantes.
El primer edil destaca otros eventos relacionados con la tradición vinícola como la presentación anual, tras acabar la vendimia, de las nuevas añadas de las cuatro bodegas de la localidad. El evento, titulado ‘Manzanares, Tierra de Vinos’, tuvo lugar en su última edición entre el 1 y el 4 de diciembre con varias catas. También contó con un concurso de maridaje, en el que participaron catorce establecimientos.
Más reciente ha sido la celebración de las X jornadas ‘Alma del Vino’ (del 19 al 23 de abril), con un programa cargado de novedades -un maridaje de pistachos con vino o la actuación musical del Trío Zaniah-, además de las habituales visitas a las bodegas locales, el desarrollo de talleres y de concursos artísticos y de maridaje.
Con todo, Julián Nieva insiste en la proyección del vino como base de la cultura local, y como marchamo del carácter de los manzanareños “en su día a día”, además de como una industria principal para su economía.
Igualmente, defiende el consumo “moderado” del vino como un alimento de la dieta mediterránea.