Responsabilidad, orgullo y “muchísima ilusión”. La presidenta del Partido Popular de Manzanares, Rebeca Sánchez-Maroto, afronta las elecciones municipales de mayo como cabeza de lista dispuesta a recuperar el voto perdido tras impulsar un importante proceso de renovación interna. “La política tiene que tener movimiento, tiene que evolucionar igual que la sociedad, no nos podemos quedar en lo de siempre”, dice.
Rebeca Sánchez-Maroto formó parte del Gobierno de Antonio López de la Manzanara, donde ocupó la Concejalía de Bienestar Social. Cuatro años después de que su partido perdiera casi 2.000 votantes en las elecciones municipales, la abogada hace autocrítica, aunque defiende algunos de los proyectos puestos en marcha en aquel periodo, como la urbanización del Sector 5 en el polígono y la rehabilitación de la Fábrica de Harinas.
El foco: el desarrollo empresarial
Segura de sí misma, Sánchez-Maroto afirma que aportará a la candidatura “cordura y coherencia con las ideas, aparte de trabajo” . Su objetivo es claro: “el PP va a dar un impulso al desarrollo empresarial y económico en Manzanares”. En declaraciones a Lanza, admite su preocupación por el cierre de comercios y está interesada en la reactivación del polígono industrial.
Con la vista puesta en localidades del entorno, Rebeca Sánchez-Maroto expresa que “Manzanares tiene luz 15 días en Navidad y está el resto del año apagado”. Advierte que Daimiel ya aventaja a la población en número de habitantes y que La Solana ya cuenta con más empresas. También hace referencia a la prosperidad de Valdepeñas y Alcázar, y se pregunta por las causas de estos datos.
Dispuesta a dar un giro total a Manzanares, Rebeca Sánchez-Maroto considera que la urbanización del Sector 5 del polígono industrial es una “prioridad”, para que “Manzanares vuelva a brillar los 365 días del año”. “Sin empresas no hay economía”, por lo que destaca que el municipio no puede perder otros cuatro años con 500.000 metros cuadrados de suelo industrial sin funcionar.
El desarrollo del polígono industrial de Sepes, para el que la sociedad estatal ya ha licitado la actualización del proyecto de urbanización, no lo descarta, aunque “desconfía” de su desarrollo. De paso, aprovecha para recordar que fue María Dolores de Cospedal, como presidenta de Castilla-La Mancha, quien “regaló” los terrenos del Sector 5.
“Habrá planes de empleo”
Con el programa “casi cerrado” después de meses de trabajo, la candidata a la alcaldía destaca que el PP presentará proyectos para “atraer empleo estable y de calidad”. Rebeca Sánchez-Maroto promete planes para facilitar la inserción laboral del colectivo de personas entre 50 y 55 años. Además, dice que los contratos en el Ayuntamiento “no serán de tres meses”.
Así pues, la popular afirma que si llega a dirigir el Ayuntamiento “habrá planes de empleo”, aunque “acompañados de formación”. “Hay que ayudar a las familias, pero hay que darles las herramientas necesarias para que en un futuro no tengan que depender de los planes de empleo”. “Defiendo contratos de calidad, que favorezcan la autonomía de las personas, y no el clientelismo”, señala.
Dentro del ámbito de los Servicios Sociales, el PP apoyó la firma del convenio entre el Ayuntamiento y la Junta para la ampliación de la residencia de mayores Los Jardines. La candidata asegura que “las obras se van a hacer sí o sí”, aunque peleará para que “los ciudadanos de Manzanares tengan preferencia”, ya que considera “injusto” que la Junta de Castilla-La Mancha no haya corrido con los gastos, dado que posteriormente gestionará las plazas.
Sánchez-Maroto se desliga de la gestión del anterior Gobierno popular
En el ámbito de los servicios públicos, Rebeca Sánchez-Maroto aprovecha para destacar que si llega al Ayuntamiento va a “proteger, cuidar y trabajar” por el Hospital Virgen de Altagracia. No es competencia del Ayuntamiento, aunque la gestión del anterior Gobierno popular estuvo empañada por el intento de privatización por parte de María Dolores de Cospedal.
Con naturalidad, Rebeca Sánchez-Maroto echa la mirada atrás y admite que fue un tema en el que “nunca” estuvo de acuerdo. La candidata asegura que su posición contra la privatización de la gestión del hospital la manifestó en el partido, señala que a lo mejor el error estuvo en no estar detrás de las pancartas y afirma que el tema “comunicativamente se trató muy mal”, lo que contribuyó a generar “alarma” entre la población.
Y con la vista puesta en servicios públicos, la candidata asegura que tampoco cerrará la televisión municipal, reabierta por el Gobierno socialista de Julián Nieva. Rebeca Sánchez-Maroto considera que quizá fue otro de los errores, a pesar de que recuerda que fue una situación complicada. “No había dinero para pagar las facturas y hubo que prescindir de las cosas que no eran prioridad”, afirma.
Para Rebeca Sánchez-Maroto, “los medios de comunicación son importantísimos”, pero no para el “autobombo” del que acusa continuamente a los socialistas, sino “como altavoz de los vecinos, que son los verdaderos protagonistas”.
Algún concejal repetirá en los primeros puestos de la lista
Con respecto a la lista electoral del Partido Popular, Rebeca Sánchez-Maroto adelanta que incluirá “renovación” y “gente nueva”. Todas las personas que aparecen son afiliados del PP y “en los primeros puestos habrá algún concejal actual”. La candidata considera que ese una “lista redonda”, ya que mantiene a personas con experiencia política.
Acostumbrados al bipartidismo, Sánchez-Maroto reconoce que el panorama de las elecciones municipales se presenta complicado. En Manzanares, está confirmado que concurrirán a las elecciones PSOE, PP, ACM, IU, UCIN y Cs. Rebeca Sánchez-Maroto asegura que el PP lo va a dar “todo” y avanza que “están abiertos a una coalición” en el caso de que ningún partido tenga la mayoría absoluta.
Para recuperar al electorado, Rebeca Sánchez-Maroto destaca que el PP trabaja para recuperar la confianza. Quiere demostrar que es “un partido unido, fuerte”. La candidata dice que es “muy luchadora”. “Cuando creo en algo lo digo, sobre todo cuando considero que algo es injusto”, comenta.
A su juicio puede ser la razón de que algunos hayan tachado su portavocía en el Pleno de “dura”. Ella dice que es cierto que no es una portavocía “tan técnica” como la de Manuel Martín-Gaitero, porque su intención “es que toda la ciudadanía sepa de lo que estamos hablando”.