El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, ha declarado este martes, “lo tenemos todo preparado para el peor de los escenarios, pero a 2-3 años vista ahora mismo no nos tenemos que preocupar” en cuanto al abastecimiento de agua a la ciudad. Ha contestado así a la pregunta de los medios de comunicación sobre si debido a la sequía será necesario hacer la transferencia de recursos desde Puerto Vallehermoso al pantano de la Cabezuela, diciendo que no, en principio, porque con las pocas aguas que han caído hace 15-20 días, el pantano de Fresneda se ha recuperado. “Tenía 14 hectómetros cúbicos y tiene 19. Ahora estamos a un 65%”.
“Más allá del agua que se suelta aguas abajo para mantener el ciclo natural, Valdepeñas consume entre 2,4 y 2,7 hectómetros cúbicos al año. En realidad, somos los que tiramos de él, aunque también Santa Cruz de Mudela y un poco Almuradiel”.
Ha apuntado que habría agua para, al menos, tres años vista, “y esperamos que en esos tres años llueva. En todo caso, se ha inaugurado el penúltimo ramal de la cabecera del Tajo. La ministra Teresa Ribera en Almagro el otro día trasladó el compromiso y está en los presupuestos incorporarlo a los Campos de Montiel y Calatrava, que sería la tubería hasta Vallehermoso para después trasvasar a la Cabezuela. Eso se puede hacer en cinco o seis años. Es una manera de trabajar para el futuro”.
El primer edil ha añadido que, por otro lado, ya se anunció que el Ayuntamiento de Valdepeñas está aforando dos pozos históricos: uno que ya está aforado y que da suficiente agua. Es una lástima porque hemos querido soltarla y la hemos soltado para que pudiera correr la Cañada del Peral, pero dos kilómetros abajo del pozo de Santamaría hay un ojo, que se traga todo, al haberse secado tanto el acuífero que retroalimenta toda la zona verde del Peral”.
Martín ha indicado que ahora se están haciendo las analíticas para ver el grado de contaminación de nitratos que tienen los pozos debido a la agricultura. “En el peor de los escenarios, si hubiera que tirar del pozo de Santamaría, a lo mejor no sería agua para beber, pero sí para abastecer los quehaceres de la casa”.
Por todo ello, ha concluido insistiendo en que “lo tenemos todo preparado para el peor de los escenarios, pero a 2-3 años vista ahora mismo no nos tenemos que preocupar”.