Una gran cola de personas esperaba para ver a lo largo de la tarde-noche las 32 escenas distribuidas por el centro histórico de la localidad, en las que participaron más de ciento veinte figurantes.
El recorrido comenzó en la calle Constitución y concluyó en la plaza de España.
En esta ocasión, el Belén Viviente de Moral de Calatrava recordó los 800 años del primer belén viviente que realizó san Francisco de Asís en Grecio, un pequeño pueblo al norte de Roma.
Los visitantes pudieron hacer una donación voluntaria y el dinero recaudado se destinó a ARAV (Asociación de alcohólicos rehabilitados Valdepeñas).
“En Moral de Calatrava ofrecemos a todos los visitantes una experiencia inmersiva de lo que significa la divinidad de Dios unida a toda la humanidad en su quehacer diario”, declararon desde la organización.
Pudieron verse escenas bíblicas como el sueño de José, la anunciación, el anuncio del ángel a los pastores, el nacimiento del niño Jesús, los santos inocentes, los Reyes Magos o la huida a Egipto. También componían el belén escenas no bíblicas, aludiendo a distintos oficios y situaciones de la época del nacimiento de niño Jesús: la fragua, la panadería, la almazara o la escuela.
Desde hace meses los moraleños han trabajado en todas ellas y en su composición.