El director territorial de ICEX España Exportación e Inversiones en Castilla-La Mancha, Pedro Antonio Morejón, ha valorado la actividad exportadora como un elemento de fortaleza a la hora de hacer frente a escenarios económicos en crisis como el que vive España a causa del coronavirus.
En declaraciones a lanzadigital, ha señalado que aunque los flujos comerciales “se están enlenteciendo” por los retrasos en la tramitación de documentos o las “dificultades” en las oficinas aduaneras, al menos “hay más tensión” comercial que a nivel interno “con todo paralizado”.
Desde el ICEX han estado acompañando a las empresas exportadoras, con el objeto de que “el coche no se pare del todo” porque la internacionalización “es un sector muy horizontal que si los cortas cuesta mucho volver a arrancar”.
En este sentido, Morejón aconseja a los países y sus empresas a “ser muy colaboradores y muy ambiciosos en el buen sentido” ante “la ola del tsunami” que afecta a toda la economía mundial, para evitar que “2020 sea devastador”.
La exportación son en parte, según ha dicho, la salvaguarda de la cuenta de resultados en algunos grupos, por lo que más allá de interpretar sensaciones, podría “variar un poco (en positivo) la situación” en el segundo semestre.
Así, las empresas podrían mantener parte de sus resultados en unos momentos “en el que nosotros somos el país afectado”. Para Morejón, el escenario es bien distinto al reflejado en el informe del comercio exterior de enero, en el que ya con el coronavirus presente “nos centramos en cómo iba a afectar el retraso de los componentes chinos a nuestra producción nacional”.
Ahora, esos datos (los últimos conocidos) “no tienen valor”, y la actividad debería estar centrada en el mercado interior, donde al margen de la crisis sanitaria “hay una crisis psicológica” a la hora de consumir.
Por ello, ha apostado por diversificar la comercialización interior de los productos fabricados en distintos territorios como Castilla-La Mancha, para así equilibrar los déficits provocados por las restricciones del estado de alarma y otras limitaciones internacionales, a la hora de “obstaculizan el movimiento de personas y por supuesto de equipos y materiales”.
Además, España digiere, a su juicio, muy mal las recesiones, con depresiones económicas que “se alargan en el tiempo”, como ocurrió en las crisis del petróleo del 70 y las financieras más recientes, que “duran mucho más, sobre todo en el empleo”.
Sector agroalimentario
Respecto al sector agroalimentario “se está salvando por su catalogación de sensible”, al igual que la ganadería, aunque “el problema lo vamos a tener en la necesidad de mano de obra para que atienda las campañas que se nos avecinan”.
Respecto a las consultas de las empresas en época de pandemia, Morejón ha explicado que están relacionadas con la reconducción de su capacidad productiva “paras suministrar material sanitario del tipo que sea”.
Esta reorientación puede convertirse, según Morejón, en un nuevo nicho de mercado.
De hecho, en Castilla La Mancha “estamos concentrando junto al IPEX los intereses de las empresas para recanalizar su actividad e intentar salvar las áreas de producción y de servicios para que no se paren”, una vez el suministro alimentario está garantizado y “la sociedad está tranquila”.
Vino y plásticos
Respecto al comercio internacional del vino, Morejón ha recordado que “lleva un montón de meses en caídas de un 10% respecto al año anterior”, lo que ha lastrado los beneficios internacionales de Ciudad Real.
Si positivo es que las exportaciones de vino ciudarrealeñas consolidaron su presencia en China en 2019, con casi 20 millones de euros, más negativo es que los graneles presidan las ventas a precios irrisorios (alrededor de los 50 céntimos de euro litro).
De la misma manera, el mercado de los componentes químicos y derivados como el plástico está a la baja y “arroja cifras malas”. “Son dos mochilas llenas de piedras de las que hay que tirar”, ha concluido.
