Las murgas volvieron a caldear el ambiente en el Domingo de Carnaval de Piedrabuena, que dio para repasar los sucesos más jocosos de los últimos meses y hacer gala de la tradición local, como de las cruces y los mayos. No fueron las únicas que invadieron con sonidos carnavaleros las calles, pues las comparsas derrocharon ritmo y vistosidad a partes iguales.
El Bombazo abrió el desfile pasadas las cinco de la tarde en la calle Emilio Enríquez, que fue un hervidero de gente atraída por el ambiente festivo y el tiempo primaveral. Vestidas de negro y con botas militares, las chicas guerrearon antes de la llegada del ejército de Los Tunantes con tropas de inmaculados y dothrakis.
Después de conseguir el “trono de hierro” en el desfile de Toledo, Los Tunantes conquistaron Piedrabuena con un montaje inspirado en el universo creado por George R. R. Martin. a través de la serie literaria ‘Canción de hielo y fuego’, popularizada por la serie de televisión ‘Juego de tronos’. Lo más impresionante fueron las carrozas, la del dragón y la del imponente “caminante blanco”.
Coplillas para hablar de lo acontecido en el último año
Y tras las coreografías inspiradas en canciones de reggaetón del momento y en bandas sonoras, llegó el cachondeo de las estudiantinas, que no dejaron títere con cabeza. Vestidos de “cobradores de impuestos”, con traje de chaqué y maletín, Me Río de Janeiro empezó con las coplillas rodeado por el vecindario.
De las mujeres que confeccionan las cruces de tela, cada vez menos numerosas ante la popularidad de las elaboradas con brezo, fueron los de El Refrigerio. “Cada amanecer me derrumbo al ver ¡basta de brezo ya! Nadie en el pueblo hace cruces más finas que yo”, cantaron al son del ‘Sobreviviré’ de Mónica Naranjo. Con rosarios en las manos y perlas de collar, así llegó la fiesta de Interés Turístico Regional al carnaval.
La murga de Las Parroquianas hizo honor al certamen de pintura rápida en este pueblo que presume de tener un pintor internacional, Pedro Castrortega, mientras que el Embolao se plegó ante Jimmy Ikebana, que ha desatado la euforia en repetidas ocasiones en el último año en varias fiestas de Piedrabuena con sus mezclas de música.
En los cantares, la longevidad al frente del Ayuntamiento de José Luis Cabezas después de siete legislaturas salió a la palestra, al igual que la ausencia del Malillo en su tienda de pasteles y chucherías, las velas de led de la hermandad del Cristo o los canelos de Antonio, que son “una auténtica revolución”. También dieron para alguna que otra reivindicación, como la de Las Parroquianas, que defendieron la recuperación de los nombres de mujeres que ha olvidado la historia.
Continúa la fiesta
Todo no queda ahí, pues las murgas y comparsas volverán a salir este martes, a las cuatro y media de la tarde, por el recorrido habitual y por la noche habrá en el pabellón multifuncional baile de disfraces amenizado por la orquesta Guadiana y la música del dj John Proyect, un buen cierre de fiestas para unos días que han notado la pasión por el carnaval que existe en Piedrabuena.