Una de las mesas redondas que se ha celebrado este miércoles en las jornadas sobre transición energética que se desarrollan en La Central ha versado sobre la economía circular como uno de los puntos claves en inversiones de diferentes empresas.
Así, Arsenio Salvador, director del complejo industrial de Repsol Puertollano, recordaba a los asistentes que esta empresa lleva setenta años adaptándose a las diferentes transiciones energéticas por las que ha pasado y ahora continúa haciéndolo. En este sentido, resaltó que en el año 2022 se van a producir 4.000 toneladas de 27 productos Reciclex, una gama de productos producidos a través de reciclado de plásticos que cada vez están cobrando mayor importancia en este complejo industrial. En el año 2020 comenzaron con la fabricación de 1.000 toneladas, en el año 2021 pasaron a las 1.500 y en este 2022 el incremento será más del doble de producción.
Además, Salvador también comentaba que el complejo industrial de Puertollano ha sido el primero en producir combustible de aviación a partir de aceite vegetal y que hasta agosto de 2022 han sido 6.000 toneladas las que han salido del mismo a partir de aceite de cocina usado, si bien ponía en valor las dificultades que conlleva este combustible ya que necesita de una serie de requerimientos técnicos y de calidad.
Por último, en materia de economía circular Arsenio Salvador resaltó el hecho de que en el primer trimestre de 2023 se pondrá en marcha la planta de reciclaje de espuma de poliuretano procedente de colchones, hasta 2.000 toneladas de colchones reciclados para darles una segunda vida, será una de las primeras plantas de estas características en España y en Europa y supone un futuro “retador y apasionante, un desafío desde el punto de vista tecnológico apasionante”, con el compromiso de que en el año 2030 producir dos millones de toneladas de combustible bio, de los cuales el 65% proceda de residuos de plásticos y que el 20% de la producción de poliolefinas sea de economía circular.
Por su parte, Javier Mena, desde la biorrefinería Clamber, destacaba el escalado a nivel industria que en esta instalación se realiza de diferentes proyectos que presentan las empresas para poder llevarla después al nivel industrial y conseguir su éxito. Mena hablaba de los procesos de valorización de biomasa como es Urbiofin que cuenta con una inversión de 15 millones de euros para cinco anualidades y en el que se pone en valor la transformación de fracción orgánica de RSU, hasta 10 toneladas al día, para la producción de compuestos de valor añadido como bioetanol o los bioplásticos que servirán para proteger los cultivos pero también no contaminarán y además su degradación fertilizarán las tierras.