Belén Rodríguez
Ciudad Real
En apenas tres años de operatividad real (sobre el papel existían casi desde que se creó la agrupación de Protección Civil) el Grupo de Rescate Acuático y Subacuático (Geras) de Ciudad Real se ha convertido en el único operativo de voluntarios para el servicio regional de emergencias 112 especializados en rescates en agua de toda Castilla-La Mancha. Ni los bomberos, aunque tienen buceadores y son profesionales del rescate tienen un grupo como tal, ni otros cuerpos de seguridad como la Guardia Civil, que cuenta con los GEAS (en la región su base periférica está en Cuenca pero su competencia es nacional y seleccionan mucho los servicios), tiene la disponibilidad de este Geras que dirige Daniel Velasco y conforman quince voluntarios que se definen a sí mismos como “multidisciplinares”, esto es: preparados para todo tipo de situaciones de emergencia.
“En Ciudad Real no hay mar, pero hay ríos, pantanos, arroyos que se desbordan cuando llegan las lluvias, aguas que buscan su camino…”, aclara Velasco.
Sin ir más lejos el martes y en unas condiciones extremas: noche, viento, frío y niebla que en el agua sólo permitía ver a tres metros, se desplegaron en el pantano de El Vicario, tras recibir una llamada del 112 para socorrer a unos pescadores desorientados por la niebla cuando pescaban con una embarcación.
Finalmente salieron vivos y por su propio pie con la ayuda de agentes de la Guardia Civil, pero la imprudencia les pudo costar la vida. Y no es exageración.
“Cuesta creer que esto pase en el pantano de El Vicario, pero es así. La experiencia nos dice que con el agua nunca hay que confiarse. Al agua no hay que perderle el respeto, el agua abrió el cañón del Colorado y no se detiene ante nada. Con diez centímetros de agua una persona tumbada boca abajo se ahoga y muere”, añade Velasco mientras explica acompañado de los también voluntarios del Geras Valentín Sánchez-Camacho y Raúl Moragas que este equipo tiene “cien por cien de disponibilidad y está operativo las veinticuatro horas del día”. Son voluntarios, sí, pero preparados y entrenados al nivel de los profesionales, unos como buceadores y otros como rescatadores de tierra para las misiones que se les encomienden.
Lo que más hacen son ejercicios (al menos uno al mes) y servicios preventivos en competiciones deportivas acuáticas. “Hemos llegado a sacar del agua a 22 personas en una competición de triatlón para la que nos avisaron” (se programan con cierta frecuencia en el pantano del Vicario, su lugar habitual de entrenamiento y otros de la comunidad autónoma y zonas limítrofes).
Reconocidos por su intervención hace dos años en Chillón, en el rescate de dos personas atrapadas en un todoterreno por la crecida del río Esteras, el Geras de Protección Civil de Ciudad Real cuenta con su propia embarcación y equipamiento, pero todo el material, en caso de ser necesario (soporte vital, todoterreno para apoyo en tierra) de la agrupación de Protección Civil de Ciudad Real, la más profesionalizada de la región, que les permite desarrollar una tarea en la que, siempre que haya un cuerpo profesional se ponen a su disposición.
El Geras tiene su protocolo de activación. “El martes en menos de seis minutos estaban llegando los voluntarios a la base”, señala Velasco que como jefe evalúa la escena y toma la decisión de quién hará qué cosa para que todo salga lo mejor posible, anteponiendo la seguridad del grupo. En la embarcación caben siete personas como máximo y lo mínimo es que lleve un patrón y dos rescatadores de superficie, aparte del apoyo en tierra.
