“El auténtico protagonista de 2022 va a ser el viento”. Es la predicción meteorológica para el próximo año de Santiago Heredia, el hombre que mejor sabe leer las cabañuelas de toda la provincia. También dice que lloverá, más que éste, aunque no cree que se recuperen los pantanos, pues las trombas “a lo mejor caen donde no hacen falta”.
Cada año, entre el 1 y el 13 de agosto, de siete y media de la mañana a nueve y media de la noche, sale al campo agarrado a libreta y bolígrafo para apuntar todos los cambios atmosféricos que ocurren en la provincia. Se fija “en el cielo, en las nubes, en la presión atmosférica, en las tormentas y en la temperatura”.
Entre un 80 y un 85 por ciento de acierto

Las cabañuelas, explica a Lanza, “son la forma que tiene el pueblo de predecir el tiempo mirando los cambios atmosféricos”. Cada día corresponde a un mes: enero con el día 1, febrero con el día 2 y así sucesivamente. Por último, el día 13 sirve para hacer una valoración global del año.
Veinticinco años de interpretación le han llevado a alcanzar, según destaca, “entre un 80 y un 85 por ciento de acierto a año visto”, y le han permitido ser un auténtico experto de esta costumbre reservada para gañanes y pastores en esta tierra, aunque cuenta que mayas y aztecas la practicaban hace miles de años en América.
“Las cabañuelas están relacionadas con el campo y la agricultura, pues eran los pastores los que se pasaban todo el día en el campo con el ganado y eran los que observaban el tiempo”, explica. Ellos sabían “de dónde venían las nubes y si había cambio de luna”, y estos conocimientos les venían bien “para programar las siembras”.
Para pronosticar el tiempo, Santiago Heredia observa el vuelo de las golondrinas y los vencejos, que le permiten analizar la presión atmosférica y prever si la sensación de calor será alta o baja. Cuando sale con un termómetro al campo busca hormigueros para localizar el norte. Mete una pajita en el agujero y donde caiga la sombra allí está.
La predicción para 2022

Cuatro meses antes de que termine el año, Santiago Heredia pronostica que el invierno de 2022 será “un poco más suave de lo normal” y que lloverá. “No va a nevar, por lo menos por aquí. A mí no me da nieve, me da agua y viento”, dice Heredia, que asegura que “habrá viento casi todos los meses y rachas fuertes”.
Para que haya viento en Ciudad Real, el experto en cabañuelas explica que “es necesario que las nubes descarguen por Portugal”. En el centro peninsular, el viento no suele ser protagonista, por lo que puede ser uno de los hitos meteorológicos en 2022.
Con respecto a la primavera, llegará “como no hacía mucho en tiempo”, con buenas temperaturas y también lluvia. El otoño también “vendrá bueno”, con agua.
En cuanto al verano, vendrá con “muchas tormentas y unas temperaturas prácticamente iguales a las de éste”. Se sucederán días agobiantes con otros más frescos, y de nuevo las precipitaciones, indica Heredia, “pueden dejar destrozos”. “La lluvia es buena para el campo siempre cuando caiga bien, porque ningún exceso es bueno”, señala.
El cambio climático dificulta la predicción

El campo climático avanza sin control y también lo notan las gentes del campo. Santiago Heredia, de hecho, reconoce que “cada día nos cuesta más trabajo hacer los pronósticos, porque lamentablemente lo tenemos aquí encima”. Interpretar las cabañuelas ahora es “un trabajo mucho más minucioso” y “ha influido en el margen de aciertos”.
Por ejemplo, señala que hace años “sabíamos que los temporales venían en septiembre con la gota fría”, sin embargo, “ahora la gota fría te puede caer en mayo, en julio, en agosto o en septiembre”. “Ya los días no son iguales, ni las tardes, ni las noches; todo está cambiando”, explica.
Todos los apuntes son pocos, admite Santiago Heredia, que cuando empezó a hacer las cabañuelas rellenaba “cada día 10 o 12 renglones con datos” y que ahora escribe “un folio y medio”. Su hijo Sergio va a coger el relevo y el próximo año pretende recopilar los cambios atmosféricos en enero para comprobar si sirven para hacer también la predicción. Su hijo cuenta que en otros lugares del mundo utilizan esos días.
A grandes rasgos, Heredia confirma que “la evolución del tiempo en los últimos años es similar”. Así pues, cuando hace calor en julio, como este año, tras un junio “tan raro” que impidió a los ciudarrealeños dejar la chaqueta, “por regla general luego viene un agosto caluroso y tormentoso”.
El pronóstico para los próximos días

A Santiago Heredia solo le hace falta mirar al cielo para pronosticar el tiempo que hará en los próximos días en Ciudad Real. “¿Veis la estela que dejan los aviones? Eso quiere decir que el tiempo va a cambiar”, dice. Espera que “mañana o pasado, seguramente antes del miércoles, haya tormenta”.
Hasta finales de septiembre señala que “el tiempo va a ser similar al de los últimos días, con jornadas con tormenta”. En octubre espera “días no tan soleados” y “las temperaturas van a dar un respiro”. “Serán temperaturas más relajadas y gracias a Dios va a llover. No lo que quisiéramos, ni todos los días, pero lloverá”, apostilla.
Será “por casualidad” o no, pero Santiago Heredia destaca que con sus cabañuelas acierta. De hecho, en 2017 fue capaz de pronosticar que en Villanueva de los Infantes habría una gran nevada en torno al 20 de enero. Cada año, la Diputación provincial edita en un folleto su predicción, por quincenas de mes.
En “15 o 20 días” estarán los folletos en la calle para agricultores y demás interesados en adelantarse al hombre o la mujer del tiempo. Cada año reparte más de 3.000 ejemplares en Ciudad Real y recibe más de 120.000 visitas en su web.