La Consejería de Desarrollo Sostenible ha perdido el rastro del lobo ibérico que ha revolucionado el mundillo de la caza y los ambientes naturalistas de la provincia de Ciudad Real, en la que fue visto a primeros de este mes de diciembre, campeando entre los términos de Cabezarados y Villamayor de Calatrava.
“Desde hace un par de semanas no lo hemos detectado”, han confirmado fuentes de la consejería, lo que afianza su teoría de que se trata de un lobo “dispersante, que puede que no sea estable en la zona”, es decir, un ejemplar “de paso”, de algún núcleo del norte de España como Ávila, Madrid o Guadalajara, la única provincia castellano-manchega en la que hay lobos (en Sierra Morena y el sur se dieron por extinguidas las poblaciones hace años).
Fototrampeado: está cojo
El ejemplar no está radiomarcado y cojea visiblemente de una pata, según el rastro y la imagen captada por las cámaras de fototrampeo instaladas en las zonas en las que se encontró su rastro. En esos mismos lugares, por Cabezarados, Corral y Villamayor, fue captado en un video que ha circulado estas semanas por las redes sociales (a partir del 9 de diciembre).
La intención de la Consejería de Desarrollo Sostenible es capturar al animal -si se puede- y llevarlo a un centro de recuperación de fauna salvaje para que le miren la pata. Una vez recuperado sería liberado en una zona más adecuada, con manadas estables como en Guadalajara, pero dos semanas después del último avistamiento el rastro del lobo se ha perdido.