Son ciudarrealeños, están en la treintena y su manejo literario les ha brindado éxitos de la crítica y los lectores. Son África Crespo y Pedro Martín-Romo, que esta tarde han hablado de las claves de ‘Marionetas’ y ‘La noche que nació de la tormenta’, sus últimas obras, respectivamente, escritas dentro del género de la novela negra.
A la intriga policíaca, el misterio y el suspense a partir de un crimen, propios de un estilo cada vez más exitoso, estos jóvenes autores han incorporado la idiosincrasia de la tierra, como es thriller rural en el caso de la manzanareña o elementos esotéricos que enmarcan la sordidez de los macabros asesinatos que describe el capitalino. Son crímenes que golpean la tranquilidad de ciudades donde aparentemente nunca pasa nada.
Crespo y Martín-Romo han inaugurado la primera mesa redonda de las IV Jornadas ManchaNegra, titulada ‘Novela Negra Made in La Mancha’, en el Espacio Serendipia, moderada por Pedro Pradillo, también autor de libros como ‘El reloj de la verdad’.
Caciquismo
África Crespo ha señalado que ‘Marionetas’ no tiene nada que ver con su primer título, ‘El silencio no me deja dormir’, “histórica” y de corte “más romántica”.
En su segundo proyecto literario, analiza la psicología de los vecinos de un irrespirable pueblo, que no especifica, donde muere una mujer muy conocida. A partir de ahí, «todos se convierten en posibles asesinos”, un juego literario que se endurece en un contexto rural donde reina el caciquismo. Ni siquiera el investigador se salva de las envidias del lugar y de las actuaciones guiadas por “ls decisiones de otros”.

La autora, de 34 años, que escribe desde que empezó a juntar letras, asegura que la novela negra ha de cumplir los cánones de la intriga, la sospecha, y unos perfiles psicológicos difíciles de desentrañar. Se engancharán con sus ‘Marionetas’ quienes quieran empaparse “de la vida de los pueblos, y conocer los cotilleos de fuera y de dentro de los cristales”, dentro un orden no escrito, manejado por las cuerdas invisibles de la intolerancia.
Crespo considera influyentes en sus trabajos literarios las obras de Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Soledad Puértolas y Espido Freire. Creación compartida entre mujeres.
Asuntos paranormales
Pedro Martín-Romo, por su parte, ha presentado el que es el segundo libro de una trilogía localizada en Ciudad Real, tras ‘Las ánimas de las ahorcadas’. El tercero está por ver la luz y “me moveré más por Castilla La Mancha”.
En este caso, ‘La noche que nació de la tormenta’, incluye la trama policial en un suceso que ocurre en la noche de la tradicional Pandorga de la capital ciudarrealeña de 2019, con “una variante”, como son asuntos paranormales y de misterio insondable.

Martín-Romo, de 37 años, que lee a autores nacionales e internacionales de distintos géneros, desde Wilkie Collins a Vázquez Montalbán, centra la trama en el trío protagonista de la primera novela -un inspector, una subinspectora y un agente de la policía judicial-. Pero en esta segunda parte, el hilo argumental, que se abre cuando dos operarios del servicio de basuras hallan una inquietante nota junto a unas piezas de ganado descuartizado y una calavera, está desarrollado por personas “menos sórdidos y más mundanos”.
Pedro Pradillo, que ha dirigido el encuentro, también tiene un título, ‘El reloj de la verdad’, también con esencia ‘noir’, según ha verbalizado en la sesión. «Trata de unos niños que se escapan de un orfanato en plena posguerra, en los años del hambre, y, sin quererlo, se encuentran imbuidos en una trama para matar al jefe del Estado». El lugar en que se desarrolla el enigmático plan no está descrito, aunque puede ser «cualquier sitio que tenga una plaza, unos portales, unas calles estrechas y unos barrios antiguos».
A su juicio, los ingredientes de la novela negra son muy diversos pero rodeados de misterio e icónicos perfiles, y se gestaron en el inicio del género, a principios de la década de los años 20 del siglo pasado.
Un hueco para los autores locales
José Ramón Gómez Cabezas, coordinador de las jornadas, ha celebrado la fortaleza de la creación local en novela negra. “Sabíamos que teníamos que tener un hueco para los autores de aquí”, dado que “en cualquier sitio se puede escribir o pueden ocurrir crímenes, delitos y cosas turbias”. Y más fuerza tienen si el conflicto se centra en “poblaciones pequeñas, donde se conoce todo el mundo, y donde entran en juego otros elementos psicológicos”.

Cada vez vamos consiguiendo más autores y más repercusión relacionados con la novela al teatro y el cine negros y poco a poco vamos haciendo bucle
Gómez Cabezas es un autor con una trayectoria consolidada en la literatura ubicada en Ciudad Real, con sus entregas ‘Réquiem por la bailarina de una caja de música’, ‘Orden de búsqueda y captura para un ángel de la guarda’, ‘Ojos que no ven’ y ‘La balada de los ahorcados’. Además, ha escrito ‘Metástasis’, una distopía de la capital, a partir de los grandes proyectos frustrados que han marcado la ciudad en los últimos años, como el aeropuerto o el Reino de Don Quijote.