La Orquesta Filarmónica de Viena, con la que empezamos los nuevos años, ofreció este sábado un exquisito concierto en un marco único, la Sagrada Familia de Barcelona. Retransmitido por RTVE, el concierto supuso el debut, como saben nuestros lectores, del joven trombón de Tomelloso, Alberto Bonillo.
Dirigida por el alemán Christian Thielemann, la Filarmónica vienesa estrenó en primer lugar “lysium”, obra del compositor canadiense Samy Moussa. El grueso del programa lo ocupó la Sinfonía número 4 de Anton Bruckner, conocida como la Romántica. El divulgador musical, Ramón Gener, explicó en la introducción del concierto que ambas obras —Sagrada Familia y Sinfonía Romántica— estaba muy unidas, ambas hablan de naturaleza y espiritualidad.
Alberto Bonillo, miembro de la Joven Orquesta Nacional de España, fue seleccionado en junio de este año para formar parte de la Academia de la Filarmónica de Viena. Bonillo, que comenzó su andadura en el Conservatorio de Tomelloso, estudió en el Superior de Aragón, en Zaragoza y ha formado parte de la Orquesta Nacional de Cataluña y de la Sinfónica de Bilbao.
En 2019 compuso el pasodoble “Antonio López García”, dedicado al ilustre pintor y escultor tomellosero. La obra se estrenó el 27 de julio del mismo año en el marco del XXXVI Festival de Bandas de Música de Mota del Cuervo. Ese sábado, Bonillo debutó con una de las más importantes orquestas del mundo.