El Juez de Menores, Emilio Calatayud, que ejerce en Granada pero que es natural de Ciudad Real, ha ofrecido una interesante videoconferencia, “La evolución de la infancia y la adolescencia”, en los institutos García Pavón y Eladio Cabañero. Organizada por la Federación de APAS “Alfonso X El Sabio de Ciudad Real” y la AMPA Llanura Manchega del Instituo Eladio Cabañero, la conferencia se ha seguido en otros muchos centros educativos de la provincia que han disfrutado de los conocimientos, reflexiones y sentido común del conocido jurista.
Calatayud ha confesado la alegría de poder ofrecer esta conferencia a la gente de su tierra dejando claro desde el inicio que “hablo en mi nombre. Soy juez penal que juzga a menores y soy padre. Siempre digo lo que pienso, pero mis opiniones son discutibles y mis sentencias son apelables”, manifestó.
El juez estableció una clara diferencia entre la etapa anterior y posterior a la Constitucion española en lo referente a los derechos de los menores. “Antes no tenían derechos y después los tuvieron todos”. Tras enumerarlos uno a uno, aseveró que “la célula de la sociedad es la familia, pero está cambiando su estructura y tipos. Hoy es muy difícil ser padre. Se trata de ejercer como padre y no como amigo, para lo bueno y para lo malo. Pero los padres se han quedado sin derecho sancionador y así nos va”.
En un tono de ironía y sentido del humor que provocó frecuentes risas en el auditorio que le escuchaba, Calatayud advirtió del peligro que supone del peligro que supone “darle al niño todo lo que pida” y otras acciones conducentes a satisfacer “todos sus deseos y apetencias porque estamos creando un pequeño tirano o delincuente”.
El juez recordó el contenido del artículo 155 del Código Cívil “que reconoce los derechos de los hijos, pero también establece deberes, pero en la práctica todo se ha quedado en muchos deberes y nada de obligaciones, cuando debemos educar en uno y otro aspecto”. A la hora de analizar la situación en escuelas e institutos llevó a cabo la misma reflexión. “El maestro no debe ser colega del alumno, tiene que tener autoridad” y criticó que haya bajado el nivel de exigencia en la educacion “con los aprobados por ley” . Desde esta premisa, contó que en sus setencias obliga a los menores a estudiar “y con el tiempo te lo agradecen mucho”.
En otro pasaje de su conferencia hizo una radiografía de los delitos más frecuentes de los jóvenes en la sociedad actual donde se producen casos de maltrato de hijos a padres y numerosos casos de adicción al juego y a la tecnología. “Los móviles son como una droga, un instrumento muy peligroso para delinquir o ser víctima de un delito”. El juez criticó las tempranas edades en la que los niños llevan móviles. “Mi consejo es que un menor no tenga móvil hasta que se lo pueda costear él”.
En el tramo final habló de los tipos de penas que se imponen a los menores y recomendó educar desde el esfuerzo y buenos valores, remarcando otra vez que “sus opiniones y sentencias eran discutibles y apelables”. El auditorio le dedicó un aplauso y después se abriría un turno de preguntas.