—Acaba el año y es época de hacer balance y marcar los objetivos para el que empieza, ¿qué proyectos importantes tiene Virgen de las Viñas?
—Queremos acabar el proyecto de inversiones que llevamos en marcha con respecto a la infraestructura de la bodega. Hemos empezado con la parte humana de la empresa mejorando los departamento de exportación y comercial. Queremos tener la nueva línea de embotellado a final de enero. En ese sentido, hemos comenzado a desarrollar un nuevo portfolio y esta Navidad ha visto la luz un nuevo producto que se llama “Lienzo”. Una descripción rápida de “Lienzo” es que es un vino artesanal. Somos muy grandes y tenemos mucha capacidad industrial pero hemos querido sacar una referencia completamente artesana. Lienzo se vendimia en cajas y se lleva a cabo una doble selección, primero del racimo y luego de las uvas.
A finales de enero o principios de febrero de 2020 verá la luz una nueva referencia que se va a llamar “El concierto”. Se trata de vinos más sencillos con los que vamos a hacer desaparecer muchas referencias que teníamos y que creo que confundían al consumidor. Para el mes de septiembre u octubre, con la nueva añada, tenemos como objetivo la renovación de la marca “Tomillar”. Buscamos que cuando lleguemos a 2021, año en el que celebraremos nuestro 60 aniversario, hayamos renovado todo nuestro portfolio, tanto a nivel nacional como internacional.
—Y, lógicamente, cambiarán la imagen de los vinos.
—Cierto, cambian todos. El portfolio ya está pensado globalmente y se va a ir acometiendo por referencias. Aparecen unas, se simplifican otras y otras se reubican, va a ser un cambio total.
—Para la etiquetas de “Lienzo” han utilizado obras del Certamen Cultural “Virgen de las Viñas”, de las que se exponen en el Museo Infanta Elena.
—Indudablemente hemos querido unir vino y arte. “Lienzo” es un vino artesanal y estamos seguros que pintar un cuadro es un proceso que no puede llevar a cabo una máquina. Es el artista, como en este caso es el enólogo, el que se encuentra con unos materiales que va trabajando, dando forma y plasmando ideas para que al final acabe siendo algo que emociona a aquel que lo toca, lo contempla o lo bebe. Eso es lo que queremos hacer, de hecho, alguna de las nuevas referencias también tocará el arte.
—Y los vinos ecológicos, tan de moda, ¿prevén elaborarlos?
—Por supuesto, a partir de enero van a aparecer vinos ecológicos, en Virgen de las Viñas nos adaptamos los nuevos tiempos. Con todo lo que se habla del cambio climático, de la sostenibilidad de los ecosistemas, tenemos muchos agricultores produciendo uva ecológica. Se trata de un producto muy demandado en Europa. Vamos a sacar una marca con tres referencias sencillas a las que iremos dando poco a poco más complejidad. Hemos hecho pruebas en la feria de Ámsterdam con compradores de vino embotellado y ha gustado mucho el producto.
—La World Bulk Wine Exhibition de Ámsterdam se celebró a principios de diciembre y Virgen de las Viñas Bodega y Almazara tuvo una importante presencia, ¿qué valoración hace de ese encuentro comercial?
—La WBWE, que se ha celebrado en la capital holandesa es la feria más importante en el mundo del vino a granel. Para nosotros ha ido muy bien. Nos vinimos con muy buen sabor de boca en la edición de 2018 porque hicimos clientes nuevos. La edición de este año nos ha servido como punto de encuentro con esos nuevos clientes y nos ha permitido cerrar algo más de volumen de ventas que el año pasado, en ese sentido, estamos muy satisfechos y esperamos que esa tónica siga.
—Nos encontramos en plena campaña de recogida de la aceituna, ¿cómo se está desarrollando?
—El desarrollo de la campaña no está siendo demasiado malo, no hace mucho frío y aunque hay días de lluvia, se puede recoger la cosecha. El problema de las lluvias es que la parte especulativa del mercado ya está pensando que la próxima campaña de aceite va a ser abundante. Es por ello que los compradores están haciendo pocas operaciones pensando en que en 2020 va a haber una cosecha importante. Eso y que hay todavía mucho aceite almacenado hacen que el mercado este muy triste. En zonas como Castilla-La Mancha, donde el olivar es muy tradicional, bajo en producción, con poco rendimiento y altos costos de recogida, va a haber agricultores que no les merezca la pena coger la cosecha porque no van a cubrir ni los costes de la recolección. Resumiendo, la campaña está muy influenciada por el bajo precio, además las medidas que se están tomando desde Europa con almacenamientos para que se corrija la tendencia a la baja de los precios, está teniendo escasa incidencia.
Por otro lado, las previsiones de comercialización son difíciles por la gran producción del arco mediterráneo que va a provocar importaciones significativas y una contención de precios.
—¿Y el vino, cómo está siendo este inicio de campaña?
—Comenzó muy bien en la vendimia porque giró de lo que pensábamos que iba a ser una bajada de los precios. Félix Solís mantuvo los precios en Castilla-La Mancha, lo que hizo que las cooperativas subiésemos los precios de los graneles con respecto al final de la campaña pasada, que fue absolutamente desastrosa. En este último mes el mercado se estancado y quiere valorar lo que va a pasar con las lluvias de principio y mediados de diciembre. Lo bueno de esta campaña es que, como veníamos con mucho stock de la anterior, la reducción de cosecha, si somos coherentes con los precios y el mercado funciona como debe, acabaremos en septiembre con unas existencias más normales. Eso permitirá que el mercado vuelva a funcionar de forma adecuada. Si después de un cosechón como el del 2018 somos capaces de corregir todas las desviaciones del mercado en un año, estará muy bien.
—Por lo que nos ha dicho, el 2020 va a ser un año apasionante para Virgen de las Viñas Bodega y Almazara.
—Vamos a finalizar el proyecto de infraestructuras y el cambio más significativo se va a producir cuando todos los depósitos que dan a la calle se vean en una nave. También vamos a terminar de arreglar la fachada con la misma imagen del museo. Acabamos el proyecto de renovación de infraestructuras, acondicionamos la fachada, arrancamos nueva línea de embotellado, modernizamos el portfolio y renovamos la fuerza comercial. Hemos puesto mucho empeño para seguir teniendo fuerza en el año que comienza, cada década hay que dar nuevos impulsos. Ahora, que hemos podido reacondicionar todo, hay que salir al mercado a pelear, todas las inversiones hay que traducirlas en más botellas y en el aumento de la exportación, equilibrando los graneles con los embotellados.