Dicha exhibición de pintura es la mejor que se ha colgado en dicho Centro durante el presente año-salvando la Internacional de Artes Plásticas de la Ciudad del Vino-, y que está compuesta por una veintena larga de obras en formato grande, donde los tres citados creadores nos sorprenden con sus soberbios trabajos.
Quincoces
Alejandro Quincoces ya es veterano por estos lares, dado que ha obtenido varios importantes galardones en la Exposición de Valdepeñas, entre los que caben destacar: Pámpana de Plata (1987), Pámpana de Oro (1989), Primera Medalla de la Exposición (1990) y Pámpana de Oro de Valdepeñas (1996).
Sus majestuosas telas se pueden encuadrar dentro de la Figuración, pero de un estilo figurativo muy personal, en el que el expresionismo matérico es primordial en la mayoría de sus cuadros, obras de las que el autor Alejandro Basteiro, escribió, en 2017:
“Quincoces pinta cuadros de contundencia bíblica: visiones urbanas magníficas, pero con el tinte desolado de los experimentos fallidos -Babel, Gomorra-, barcos de guerra y petroleros como la espalda brillante de un leviatán. Gaza, Siria, Fukushima: paraísos perdidos a pulso, deudas heredadas de los tiempos de Caín. Luces que a duras penas se abren paso a través de la polución, señales de socorro, desde el corazón euclidiano y plomizo de las ciudades”, opinión, que comparto en su totalidad y que se aprecia en obras como: “The Windsor Building Buró (Óleo sobre madera, 170×122 cms), entre otras de la misma serie.
He de confesar mi pasión por la obra de Quincoces, que es de los mejores pintores de su generación y me parece uno de esos pocos grandes genios de la pintura española, que ha traspasado fronteras por su propia valía, sin tener que trepar, ni mendigar…, sus sublimes trabajos se han visionado en: Nueva York, Italia, Suiza, Australia, Alemania, Francia… como pueden ver en Internet, en su página, que es interesantísima.
Su pintura siempre sorprende, ya que -podrá gustarte o no-, pero no te deja nunca indiferente, que es algo muy importante cuando se contempla una obra de arte, que te deje huella, te marca, te emociona…, como ocurre en otras telas suyas como: “El Puente Negro” (Óleo sobre madera, 200×300 cms) o “Incendio Marino” (Óleo sobre madera, 170×180 cms).
Vaquero
Julio Vaquero, es otro gran virtuoso de los pinceles, cuya obra es realista en lienzos como “Habitación con una pared densa” (210×280 cms), pero también roza el hiperrealismo en otras como: “Luces y violetas sobre los yesos rotos” (creta y aguada sobre papel vegetal, 196×315 cms), “Restauración sucia” (creta y aguada sobre papel vegetal, 209×200 cms) y “Sombras en el palacio abatellis”, (creta y aguada sobre papel vegetal, 198×205 cms), entre otras.
Igualmente ha obtenido premios en Valdepeñas y obra suya hay en el Museo Municipal de la Ciudad del Vino, entre otros museos y colecciones de Barcelona, Madrid, Nueva York…, ciudades, entre otras, en las que ha realizado exposiciones individuales o colectivas, o en países diferentes como: Italia, Alemania, México…
García
Gorka García, es el más joven de los tres autores que exponen en la patria chica de Gregorio Prieto, nacido en Jerez de la Frontera, 1982, pero residente en Bilbao desde su nacimiento. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco.
Después de pasar por la Universidad continuó su aprendizaje en el estudio del pintor Alejandro Quincoces, influencia disimulada, que se aprecia en algunas de sus telas, como: “La pared” (Óleo sobre madera, 195×195 cms) y, especialmente, en “Midépolis” (Óleo sobre madera, 120×100 cms), aunque sus realizaciones tienen personalidad propia, como lo demuestra en otros trabajos más personales, como: “En la penumbra” (Óleo sobre madera, 250×187 cms) y en el magistral: “La ciudad lineal” (Óleo sobre madera e impresión digital sobre papel, 175×267 cms).
De su obra ha escrito el manchego-cordobés, Antonio Gala: …”Él pinta y se deja el alma allí: no sabe más. Es difícil que aquellos hechos y personajes de los que Gorka surge puedan decir algo de esta pintura; pero esta pintura sí puede decir mucho de aquellos hechos y aquellos personajes. Desde un interruptor de luz a un urinario, desde un despuntado azulejo a un bodegón de menudos ingredientes, en apariencia frío, nada es sólo lo que es aquí. Cuanto más detalladamente reproducido, menos. La poesía lo ensalza, lo redime sin tocarlo, lo enarbola sin mudar su color ni sus perfiles. Aquí la poesía triunfa tanto como la pintura. Por lo menos…”
Bienvenida sea a Valdepeñas
Bienvenida sea a mi ciudad-isla esta magnificente exposición de pintura, que viene a reafirmar la larga tradición pictórica de la Exposición de Pintura de Valdepeñas, que, empezó siendo local, en 1940 y, actualmente, ya es Internacional, habiendo obtenido la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes, en el año 2001, otorgada por el Ministerio de Cultura. Así que, “algo tendrá el agua cuando la bendicen”, digo yo.
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