Ha explicado que el programa está dirigido a familias que tengan algún miembro en situación de dependencia, ya sean estos personas mayores o niños, con el fin de apoyar a las personas cuidadoras de familiares.
Ha comentado que las ediciones anteriores contaron con buenos resultados, atendiendo a más de 90 familias el primer año a través de seis auxiliares socio-sanitarios y a más de 50 familias el segundo año, contando con cinco auxiliares socio-sanitarios.
El programa está subvencionado por la Diputación Provincial de Ciudad Real a través del Plan de Empleo.
A la pregunta de a qué se debe la reducción del número de auxiliares contratados, Marqués ha señalado que son los que ha concedido la Diputación este año.
El programa comenzará el 15 de abril y ya se pueden presentar las solicitudes para participar en él en el Centro de Servicios Sociales, situado en la calle Manuel León, 3 y cuyo teléfono es el 926 31 25 04.
“No es necesario tener concedido el grado de dependencia para solicitar formar parte del programa porque, por ejemplo, puede que una persona se haya roto una pierna y necesite contar con este servicio”, ha explicado Marqués, quien ha añadido que el objetivo del Programa de Respiro Familiar es que los familiares de personas en situación de dependencia (por enfermedad, accidente, nacimiento, deterioro propio de la edad o por inmadurez derivada de ser menor de edad) puedan tener tiempo para realizar gestiones como ir al banco, ir a comprar o a la peluquería o descansar, mientras sus familiares están atendidos por los auxiliares, que se encargan de darles la medicina, asesarles, hacer ejercicios cognitivos con ellos…
Los interesados solicitan el servicio y, dependiendo de las solicitudes y del cuadrante, se les concede un número de horas. También se puede utilizar el servicio de manera puntual, siempre que haya horas libres.
Es necesario cumplir una serie de requisitos para acceder a este programa, que tiene una duración de seis meses, como que la persona dependiente tenga una limitación física, psíquica y/o intelectual, incapacidad para realizar las tareas cotidianas por sí mismo o necesite la asistencia permanente de una tercera persona.