El Rosario de la Aurora con la imagen de María Santísima de la Palma, Reina de los Mártires, con el que la Hermandad de Misericordia y Palma visitó la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz y San Juan Bautista con motivo del XXV Aniversario de la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo tuvo lugar el domingo.
El Rosario de la Aurora comenzó a las 8 horas de la mañana desde el Oratorio de la Casa Hermandad y la Stma. Virgen de la Palma, la dolorosa más antigua de la ciudad, (datada en 1725) fue acompañada por alrededor de 140 fieles y devotos, entre los que se incluía un cortejo de 73 hermanos. Con el acompañamiento musical del Coro Rociero “Santo Cristo” y con el rezo del Santo Rosario, dirigido por el párroco y consiliario de la Hermandad, Emilio Jesús Montes, María Stma. de la Palma recorrió entre plegarias y oraciones el camino que separa su Oratorio de la Parroquia del Lucero en una mañana luminosa y agradable.
A las 9.30 horas llegaba a la Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz y San Juan Bautista, donde numerosos feligreses junto al párroco, Rubén Villalta, y la Hermandad de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo, con su estandarte corporativo, recibían a la Hermandad de Misericordia y Palma. La Stma. Virgen accedió al templo con el fondo musical de la sevillana estrenada el día de su Coronación (aquel 11 de octubre de 2015) y fue situada junto al Altar Mayor.
A continuación, comenzó la Sagrada Eucaristía concelebrada por los párrocos y consiliarios de ambas Hermandades, en la que las dos corporaciones participaron conjuntamente en una celebración eucarística centrada en la festividad litúrgica de la Santísima Trinidad. Contó, además, con la participación del Coro Parroquial del Lucero, que enriqueció musicalmente la celebración eucarística.
Tras la Acción de Gracias, la Hermandad de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo agradeció la visita de la Stma. Virgen de la Palma, Reina de los Mártires, obsequiando a la Hermandad de Misericordia y Palma con un cuadro de recuerdo y un rosario de la Hermandad para la Stma. Virgen de la Palma.
De igual forma, la Hermandad de Misericordia y Palma quiso entregar un recuerdo de esta visita a la Hdad. de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo, entregando un cuadro conmemorativo de esta visita, regalando un pañuelo de María Stma. de la Palma para la imagen de Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena y, finalmente, depositando un detalle floral ante la imagen de la Esperanza Macarena mientras el Coro Parroquial del Lucero interpretaba el himno compuesto y dedicado a la dolorosa del Miércoles Santo.
A las 10,30 horas comenzó el camino de regreso de la Hermandad de Misericordia y Palma, no sin antes realizar un breve recorrido por el interior del templo, en el que los miembros de la Hermandad de la Macarena pudieron portar las andas de la Virgen y en el que se rezó una oración ante los titulares de esta corporación.
Un trayecto que la Hermandad realizó en silencio y en el que destacó el momento en el que la Stma. Virgen transitó por el domicilio de la hermana nº 1 de la Hermandad, Vicenta Martínez, de 102 años de edad, nombrada recientemente Camarera de honor de la Virgen, y en cuyo domicilio la Stma. Virgen de la Palma, Reina de los Mártires, permaneció durante los oscuros años en los que la imagen no recibió culto tras el cierre del antiguo templo del Stmo. Cristo de la Misericordia.
A las 11.30 horas la Virgen llegó a su Oratorio y fue situada, de nuevo, en su Altar. A continuación, los hermanos y fieles que acompañaron a la Virgen pudieron compartir un desayuno ofrecido por la Hermandad y en el que se pudieron compartir unos momentos de confraternización.
La Hermandad de la Misericordia, tras la conclusión de este Rosario de la Aurora, agradece la gran acogida mostrada por la Hdad. de Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo, así como por el párroco de Ntra. Sra. de la Paz y San Juan Bautista. Reconoce igualmente la presencia de los coros que acompañaron a la Stma. Virgen de la Palma: el Coro Rociero “Santo Cristo” y el Coro Parroquial del Lucero. Y, por último, muestra la gratitud por el gran número de hermanos y fieles que acompañaron a María Stma. de la Palma.