El alcalde en funciones de Valdepeñas, Jesús Martín, ha visitado este miércoles al grupo de alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid que está realizando prácticas de un Máster de Arqueología en el parque arqueológico del Cerro de las Cabezas de la localidad y ha puesto en valor el conocimiento que pueden aportar sobre el mundo íbero.
Ha señalado que es importante dar a conocer al mundo la riqueza de este parque arqueógico, que ha obtenido la declaración como tal gracias al trabajo de varias corporaciones municipales, a los funcionarios y a Juan Blázquez, catedrático de la UAM, que marcó los pasos a seguir y está al frente de las prácticas.
Ha comentado que este es el séptimo convenio que el ayuntamiento firma con la Universidad Autónoma de Madrid para que sus alumnos hagan prácticas en un yacimiento del mundo íbero. “Dotamos de conocimiento y aportamos conocimiento” sobre quienes eran, cómo vivián, cómo trabajaban, cómo era el urbanismo o el índice de natalidad 300 o 500 años antes de Cristo. “Realizan un trabajo de investigación más allá del pico y la pala. Sacan nuevas potencialidades y aportan conocimiento sobre los primeros pobladores de la Península Ibérica. Este lugar es una cuna de conocimiento para el mundo íbero. No es solo de los valdepeñeros. Forma parte de la idiosincrasia del país y de Europa”.
“Sin el trabajo de la Universidad Autónoma, sin sus estudios, no tendríamos el conocimiento de saber quienes somos por saber quienes fuimos”.

Por su parte, Juan Blázquez ha indicado que los alumnos han tenido más de 15 asignaturas en el máster y que ahora llevan esos conocimientos a la práctica en el yacimiento arqueológico del Cerro de las Cabezas, al que han elegido por la tradición y el compromiso del ayuntamiento con el yacimiento y por ser un lugar de primera categoría para la docencia formativa. “El yacimiento permite aprender y transmitir conocimiento”.
Ha comentado que hay muchas líneas de investigación y que una de ellas es la influencia del mundo púnico en esta zona en cuanto a ideas, comercio, arquitectura, sistemas de almacenamiento de los cereales… “La gente de la costa llegaba al interior física y tecnológicamente y también influía en lo religioso. Este santuario es más complejo. Hay mayor presencia de ideas mediterráneas”.
En cuanto a si considera que habría que excavar más zonas o ampliar las actuaciones sobre las que hay excavadas, Blázquez contestó que las nuevas tecnologías permiten conocer el oppidum sin excavarlo entero y que se desarrollan aquí de manera pionera. “Se podría ver lo que hay debajo, las calles con prospecciones geofísicas, georadar… y ver cómo eran los edificios en realidad aumentada gracias, por ejemplo, a unas gafas de realidad aumentada”. “Viendo la parte excavada y con esta tecnología, se podría entender el todo”.
