Entre las múltiples iniciativas que han surgido durante los meses de confinamiento, para hacer más llevaderos los días del estado de alarma por la pandemia del coronavirus, ha estado la de una familia de Valdepeñas, que conforma la Princess Street Family Band, y que ha hecho varios vídeos musicales, que ha subido al canal de Youtube del padre, Eduardo Javier Galán.
Galán es profesor de música y se quedó sin empleo. Ha aprovechado estos meses para ampliar conocimientos en edición lanzándose a hacer estos vídeos. Ha explicado a Lanzadigital que su familia (él, su mujer Rosa y sus hijos, Mireia y Marcos) solía hacer vídeos musicales para Navidad y que también hacían cosas de este estilo en verano, aunque no las grababan. Con el confinamiento, se lanzaron a hacer vídeos, que enviaban a familiares y amigos para arrancarles una sonrisa y hacer más llevadera la situación por la pandemia del coronavirus, vídeos que son versiones de canciones y que subieron a YouTube.
Entre ellos, destaca el videoclip que han hecho de la canción “Dont worry, be happy”, de Bobby MacFerrin, que está dedicado a las personas que han perdido su trabajo durante la pandemia. La Princess Street Family Band les anima a que no se rindan. El vídeo también está dedicado a “todos los que con su trabajo y esfuerzo nos ayudan cada día a superar esta situación. Ellos nos han mantenido en pie. Y, sobre todo, los sanitarios. Los verdaderos héroes de nuestro tiempo”.
Galán destaca que esta canción es muy positiva y muy pegadiza. “Hemos grabado todo, desde la percusión, los coros, el bajo…. Había que escuchar mucho la canción, pero al ser pegadiza, no se hace pesada y todo el día estábamos de buen rollo”. Ha resaltado la filosofía del autor de la canción. “Como músico, intento que mis hijos, sobre todo mi hijo, que toca la guitarra, vean la historia que hay detrás de las canciones, el contexto en el que se crearon, el por qué de esa canción…”.
Confinamiento
Eduardo explica que al principio no sabían cómo organizarse en el confinamiento, con lo que conllevaba la situación, las tareas del cole… “Empezamos a hacer música juntos, igual que en Navidad y verano. Las primeras canciones eran las que les gustaban a Mireia y a Marcos y también nos sumamos a la iniciativa de la página web de la Confederación de Asociaciones de Educación Musical (COAEM), que proponía canciones para subir a la web. Hacíamos las que nos gustaban. Luego nos propusimos hacer algo más elaborado, e hicimos “Dont worry, be happy” como un videoclip”.
Señala que fue la excusa para tener la mente ocupada y hacer algo juntos que fuera divertido. “También pensamos en animar a la familia y a los amigos en esta situación, ya que no podíamos verlos en persona. Nos manteníamos en contacto y sacábamos unas sonrisas”. “Ya que no podía ejercer de profesor, enseñaba a mis hijos”.
Comenta que creó el canal de YouTube hace tiempo, pero que no lo usaba. Ni siquiera se acordaba de que lo tenía. Ahora lo ha retomado y ha tenido una buena acogida. “Hemos recibido mucho Feedback de amigos y de otros músicos y compañeros, así como de los padres de compañeros de mis hijos”.
Señala que los niños están muy contentos con este proyecto. “En el confinamiento hemos vivido momentos de todo tipo. Los niños querían ver a sus amigos, había cambios de humor…. Ojalá todo fuera tan bonito como se ven en los vídeos. Pero nos van a quedar para el recuerdo los buenos ratos que hemos pasado con esto. La situación ha sido difícil, pero así nos hemos mantenido ocupados, porque, aunque solo se ve el vídeo, lleva todo un proceso. Yo he aprendido mucho”.
Otros proyectos
Eduardo ha apuntado que, a raíz de hacer los vídeos, le ha llamado gente para hacer otros proyectos, como uno que es un homenaje a Luis Eduardo Aute, que surgió a raíz de su amigo David Abolafia, que trabaja en el Instituto Sotomayor de Manzanares, quien ha llamado a antiguos alumnos para llevar a cabo esta iniciativa.
“Sigo buscando cosas porque no se si volveré a mi trabajo. Me están saliendo algunas, como una en una escuela de música en Valdepeñas. Me quiero mantener ocupado. Con mi familia, tenemos dos o tres canciones en el tintero y seguiremos haciendo vídeos. Es algo que tenemos en común. Mis hijos tienen un padre músico y es inevitable que la música forme parte de su vida”.
Añade que el canal de YouTube está siendo un trampolín para él.
Además, está componiendo canciones. “Quiero que se vea lo que siento. No solo hacer versiones de canciones”.