Noemí Velasco
Manzanares
Las bodegas esperan un aumento de los costes de vinificación en la campaña de la vendimia de 2016 derivados del menor rendimiento de la uva por su reducido tamaño. El gerente de la bodega Vinícola de Castilla, Alfonso Molsalve, expresó ayer que habrá un encarecimiento “del 4 o el 5 por ciento” en los costes, debido a que, según añadió, “de cada quintal obtenemos entre dos o tres litros menos” al comparar con los cinco últimos años, y porque la proporción de orujo es mayor. El menor tamaño del fruto sin embargo no ha supuesto una disminución de su calidad, y de hecho, Monsalve recalcó que “el estado sanitario de la uva es muy bueno, no existe ninguna anomalía destacable”, y su estructura a nivel analítico también es perfecta.
Ante el retraso generalizado de la actual campaña de la vendimia, Alfonso Monsalve señaló que “Vinícola de Castilla ha recogido aproximadamente ya el 50 por ciento de la producción”, pero no se atrevió a aventurar el fin de la cosecha pues “la recogida de la uva airén, que es el grueso en esta zona, apenas ha empezado”. La recolección de varietales como la moscatel, sauvignon blanc o chardonnay en blanco, y syrah y merlot en tinto, ya está terminada y han empezado el proceso de vinificación hasta llegar al “máximo esplendor aromático” tras pasar por la clarificación y estabilización. En cambio, los agricultores esperan que la uva airén madure “algo más”, debido a que, según explicó Alfonso Monsalve, “la cantidad de azúcar que ha tenido esta variedad en la campaña es desproporcionadamente inferior al resto”.
Con diecisiete variedades de uva diferentes, los primeros caldos de la campaña en Vinícola de Castilla estarán en “un mes más o menos” y Alfonso Monsalve afirmó que “la vendimia tiene las características necesarias para hacer un buen vino”. Al menos el 50 por ciento de los caldos de Vinícola de Castilla acabarán en mercados extranjeros, en el resto de la Unión Europea y también en Estados Unidos, Canadá y Japón, además de China, “que ha mantenido una demanda sostenida” en los últimos años. Por este motivo, y tras asistir el año pasado al desequilibrio marcado “por una uva cada vez más cara y un vino cada vez más barato”, Alfonso Monsalve subrayó que “las bodegas españolas no debemos de ser los campeones del mundo en precios bajos”, según añadió, “porque la calidad de nuestro vino no justifica estos precios”, por lo que esperó una revalorización de los productos manchegos.