Plaza de Toros de Daimiel. Dos tercios de entrada.
Se lidiaron seis astados de Victorino Martín, de excelente presentación, exigentes y encastados. El de mejor condición el 5º, con mucha clase.
Rafaelillo: oreja y oreja.
Curro Díaz: dos orejas y dos orejas.
Sergio Serrano: ovación tras aviso y ovación tras aviso.
Exigente corrida de Victorino Martín la lidiada ayer en Daimiel, con toros muy serios de presentación y de comportamiento, que no regalaron ninguna embestida y a los que hubo que exponerles mucho.
El mejor lote lo sorteó Curro Díaz. Su primero tuvo calidad pero falta de continuidad en sus embestidas. Faena a más del torero de Linares, sin apretar mucho a su antagonista en las primeras tandas y sometiéndolo más conforme avanzaba el trasteo. Dispuesto y muy firme Curro Díaz. Gran estocada. Dos orejas.
El quinto fue, con diferencia, el mejor del sexteto, por ritmo y clase en la embestida. Muy bien Curro Díaz, hilvanado un quehacer a media altura en las series iniciales, ya que el toro tenía las fuerzas justas, y más exigente después. Los mejores momentos de la faena del torero de Linares llegaron con la mano izquierda, encajado y asentado en los riñones y toreando con profundidad. Estocada desprendida. Dos orejas.
El primero de la tarde fue un animal que se quedaba muy corto en el capote de Rafaelillo en el saludo, no en vano éste se vio obligado a tomar el olivo. Tras una magnífica lidia de José Mora, en la que rompió al de Victorino hacia delante, el toro llegó a la muleta del matador murciano con más recorrido y entrega en las telas. Lo mejor del astado fue su fijeza y humillación. Entrega total de Rafaelillo, que irmó pasajes notables con ambas manos, dejándole la pañosa en la cara para tirar de la embestida. Espadazo perpendicular y desprendido. Una oreja.
El oficio y la disposición de Rafaelillo resultaron claves para arrancarle la oreja al cuarto, animal tremendamente exigente, al que le costó mucho ir hacia delante, gazapón. El conocimiento y la acertada lidia de Rafaelillo le pusieron en su mano otro apéndice tras recetarle un espadazo arriba.
Solamente el fallo con la espada dejó sin premio tangible hoy en Daimiel a Sergio Serrano. El tercero de la suelta ha sido encastado, con transmisión, que al igual que otros de los jugados no terminó de salirse del muletazo. Anduvo entregado el torero de Albacete, muy firme, arrastrándole la muleta y conduciendo al Victorino con temple. El astado le echó la cara arriba a la hora de ejecutar la suerte suprema, necesitando de dos entradas y dos descabellos más. Ovación tras aviso.
El sexto fue, seguramente, el más complicado de los toros de Victorino Martín que han pisado el ruedo de Daimiel. Muy corto se le quedó a Sergio Serrano en el saludo con el percal, haciendo sonar el estribo en el tercio de varas. El ejemplar del hierro de la “A” coronada fue sacando complicaciones y sentido durante la faena de muleta, cuajando Sergio Serrano una labor firme, de apuesta y de exponerle mucho a su oponente, tragándole una enormidad para que pasara. Faena importante y de peso del diestro albaceteño, que volvió a marrar con el acero, quedando todo en ovación tras aviso.
Incidencias:
Al terminar el paseíllo, se interpretó el himno de España.
Al inicio del festejo recibió una placa en muestra de reconocimiento Rafael José Miralles, quién resultó herido el año pasado en las labores de enchiqueramiento de la corrida de Victorino Martín.
Lluvia intermitente a partir del cuarto toro.
Destacar a todas las cuadrillas, tanto a pie como a caballo, ya que la corrida se ha picado y se ha lidiado bastante bien.
Sergio Serrano ha sido atendido a la muerte del tercer toro de un golpe en el dedo pulgar de la mano izquierda, incorporándose después a la lidia de nuevo.