Hoy, el protagonista de la tercera entrega de “Palabra de aficionado” es Joaquín Muñoz, mayoral oficial de su querida plaza de toros de Almadén -cuyo nombramiento tuvo lugar el pasado a principios de este mes (aunque en realidad lleva encargándose del coso hexagonal de Almadén desde 2007) y sobre el que dimos cuenta en lanzadigital.com/toros-, e hijo de quien fuera novillero almadenense Teodoro Muñoz. También ejerció como mozo de espadas de Félix Jesús Rodríguez durante toda su trayectoria. Igualmente, el ayuntamiento de la ciudad minera ha delegado en él otras funciones, sobre las que destaca mantener, coordinar y revisar el Museo Taurino de su plaza.
Primer recuerdo taurino
He tenido la gran suerte de nacer en una familia adicta al mundo del toro, con mi padre a la cabeza, el novillero de Almadén Teodoro Muñoz, por lo que en mi casa siempre lo he estado mamando. Pero por decir un primer recuerdo, citaré cuando, con seis años, se inauguró la Peña Taurina de Paco Alcalde, en Almadén. La fundaron mi padre junto a Lucilo Villar y otros aficionados. Ese fue mi primer contacto con el mundo del toro fuera del ambiente familiar.
Primer impacto emocional taurino
Lo tengo muy claro; transcurre a la edad de 11 años, cuando mi padre lidió y estoqueó un novillo de la ganadería de Andrés Prado en una becerrada local organizada con las peñas locales en una plaza de toros portátil en Almadén, ya que la Monumental de Almadén se encontraba en periodo de decadencia. Ese día afloraron en mí muchos sentimientos y varias reacciones contrapuestas. La emoción que sentí porque, por primera vez, iba a ver torear a mi padre tras la gran cornada que recibió en la plaza de toros de Almagro, el 18 de Julio del 1956. No había vuelto a torear, puesto que quedó incapacitado. Este día era una gesta de mi padre hacia sus hijos para que lo viéramos torear. Por otro lado destaco el miedo, puesto que allí estaba mi sangre jugándosela más aun con su incapacidad. Me impresionaron sus lances con el capote, las chicuelinas, derechazos, naturales y estocada hasta la bola. Al recordarlo recorre en mí un sudor frío combinado con el calor de la emoción.
Decir que alterné muchos días de herradero junto a Jesús Sánchez Cornejo, en la Finca La Solanilla, propiedad del ganadero Juan Vidal, días inolvidables.
A partir de aquí decidí estar ligado al mundo del toro en calidad de mozo de espadas en la cuadrilla del -por aquel entonces- novillero Félix Jesús Rodríguez (posteriormente banderillero y hoy matador de toros retirado).
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
No tiene porqué. Son tiempos distintos. Creo que el toreo ha evolucionado a mejor, pero con matices. Antes el toreo era más eléctrico, salían toros más complicados, con mucha más movilidad, toros que nos permitían ver a verdaderos lidiadores, figura que a mí me encanta y por desgracia se va perdiendo.
Por el contrario, hoy en día se torea más pausado, fabricamos toros a la carta, con otras características, más grandes, más pesados y con menos movilidad, a excepción de algunas ganaderías, que han sabido mantener la línea de sus toros.
¿Toro o Torero?
Hasta hace unos pocos años me podía considerar torerista, pero viendo la evolución de la Fiesta en determinados campos me he reconvertido y me considero más torista. Las circunstancias que me hicieron cambiar fueron motivadas por la falta de pitones en los toros (por no decir otra cosa), las figuras imponiendo ganaderías, la arrogancia de algunos toreros, el veto de algunos toreros a ciertas ganaderías… Es decir, hay que hacer los toros a su medida. Teniendo todo esto en cuenta debo decir que no lo tengo claro; creo que un matador de toros que se dedica a esta profesión libre y espontáneamente debe ser capaz de lidiar cualquier animal que salga a la plaza por el portón de los sustos. Aunque todos ellos tienen mis respetos.
Su torero
Estamos atravesando unas décadas con muy buenos toreros. Es difícil quedarse con uno, la verdad. Como no podía ser de otra manera todos y cada uno de los que se ponen delante de un animal bravo tienen mi respeto y admiración. Pero por decir uno me inclino por Alejandro Talavante. Creo que es un torero muy completo, tiene una mano izquierda muy poderosa, al igual que los derechazos que dibuja. Cuando entro a valorar a un matador no solo tengo en cuenta el hombre en la plaza sino también en su aspecto humano, y Talavante, en ese sentido, tiene mucho que decir.
Su ganadería
Como he citado anteriormente, me considero torista, por lo que me siento identificado con los de procedencia Albaserrada (Victorinos, Adolfos, etc.). Son toros con mucha movilidad, que no suelen poner las cosas fáciles a los toreros.
Pero me gustaría añadir una ganadería que vengo siguiendo desde hace algunos años, que está echando toros muy buenos, que es la de Herederos de Julio de la Puerta, de Osuna (Sevilla), de procedencia Parladé vía Conde de la Corte. Es una ganadería que tiene gran número de toros indultados, toros que arrastran el hocico por la arena, y hacen el famoso avión que son los que a los aficionados nos gustan.
Estado de la afición en general
Hemos tenido unos años en decadencia, por diversos motivos. Cuando estábamos saliendo del bache de los animalistas nos azota la pandemia. Pero por lo que he podido constatar es que empezamos a remontar el vuelo. Hay ilusión, hay necesidad de dar toros. Creo que la pandemia ha servido como punto de inflexión para salir más reforzados, todos tenemos que arrimar el hombro para que el sector vuelva por sus fueros. Son muchas las empresas y aficionados desde mi posición de mayoral en la Plaza de Toros de Almadén, que me trasmiten el deseo de organizar toros y otros de asistir a los festejos. Creo que la Tauromaquia está viva, más que nunca, aunque hemos tenido que esperar a la pandemia para unir al sector.
El último crack taurino
Diré que está aún cocinándose; me refiero al maestro Roca Rey. Un torero joven que pisa terrenos muy complicados. Es uno de esos toreros que, cuando lo estás viendo, te sube la adrenalina. Es poderoso con todos los trastos de torear, y si a eso le sumas que parece que no tiene corazón por los terrenos que pisa, es sublime. Si les respetan los toros se consolidará aún más como figura del toreo que es.
¿En que pueden tener razón los que critican a los toros?
La verdad es que no encuentro argumentos que les den algo de razón. Creo, respetando todas las opiniones, que ese número de contrarios a las corridas de toros se vería bastante mermado si conocieran desde dentro la crianza del toro bravo. Creo que hay una falta de acceso a información y educación taurina. Por eso en este punto quiero alabar la labor tan magnífica y contundente que realiza mi amigo Álvaro Ramos en el Aula de Tauromaquia de Almagro. Posiblemente si existieran muchas más aulas como esta conseguiríamos reducir el número de contrarios. Necesitan, a mi entender, tener información de primera mano para aclarar sus dudas y, posteriormente, decidir el camino a seguir.
Aspecto que cambiaría en el entramado taurino
Como aficionado hay cosas que te pasan muy desapercibidas. Pagas tu entrada y te sientas a ver los toros, que salgan buenos y que echemos una buena tarde. Pero los que por fortuna estamos en las negociaciones con los empresarios a la hora de cerrar festejos, como es mi caso en el Ayuntamiento de Almadén, podemos ver el entramado que hay dentro del sector.
Echo de menos las comisiones de festejos en los Ayuntamientos. Estos deberían organizar sus propios festejos haciéndose empresas, asesorados no solo por el concejal de turno sino una mesa donde haya cabida también para los aficionados.
Los ayuntamientos deben de involucrarse más. Si ellos compraran los toros, si ellos contrataran los toreros, no nos llevaríamos tantas sorpresas desagradables como son ganaderos sin cobrar, matadores que vetan plazas por no cobrar, derechos de imagen requisados por los empresarios, etc. Creo que ahí es donde realmente tenemos al enemigo. Algunas empresas se salvan, pero pocas.
Otro aspecto que me gustaría cambiar es el tema de los indultos a nivel de nuestra comunidad. Un toro merecedor de indulto se le debe perdonar la vida sea cual sea la categoría de plaza. Si queremos mantener una ganadería brava selecta, creo que con este reglamento le estamos haciendo un flaco favor.
Libro que recomendaría
Tengo varios por recomendar, pero empezaré por “Joselito “El Gallo” el rey de los toreros”, de Paco Aguado. Un libro que no debe de faltar en la biblioteca si realmente queremos ver la evolución de la Tauromaquia, puesto que Joselito fue el iniciador del toreo moderno. Comienza a pararse delante de la cara del toro. Otros dos libros que me gustaría recomendar son de dos autores de mi entorno: “Las Plazas de toros de la Provincia de Ciudad Real”, cuyo autor es Segundo Cavanillas Lora, y “Las Lunas del Toro”, obra de Rafael Villar.
Cartel ideal de toros, toreros y plaza
Con la iglesia hemos topado. Lógicamente mi corazón me marca la Plaza de Toros de Almadén, por su magia, por su solera en el tiempo, puesto que es de 1752. Te diría que me decanto por una corrida de toros goyesca, un mano a mano entre el de la Puebla y Aguado, con toros de Julio de la Puerta. Pero si atiendo a mis deseos sería la Maestranza de Sevilla, con toros de Victoriano del Río para Morante, Manzanares y Talavante.