Nueve años han pasado desde que el grupo de investigación Geovol de la UCLM planteó a la Diputación de Ciudad Real que articulara una candidatura ante la Unesco para conseguir la declaración como geoparque de los Volcanes de Calatrava y este miércoles, en plena Semana Santa, los geógrafos que más saben de volcanismo en esta provincia vieron el sueño cumplido.
“En ningún momento tuvimos duda de que seríamos geoparque”, reconoce a este medio el director del grupo de ‘Geomormología, territorio y paisaje en regiones volcánicas’, Rafael Gosálvez, que muestra su satisfacción por la declaración. Recuerda que en 2015 les costó que la Diputación, gobernada entonces por el PSOE, creyera en el proyecto, cosa que lograron dos años después.
Almadén con el mercurio, Puertollano con el carbón y el Campo de Calatrava con el magma. El profesor del Campus de Ciudad Real destaca que la candidatura era “muy potente” y una muestra es que ha alcanzado la declaración a la primera, cuando en España no siempre ha sido así.
Maares, Almadén, la Pompeya Paleontológica y volcanes

Uno de los elementos que hace al Campo de Calatrava “muy fuerte respecto a otras regiones volcánicas en Europa” son los maares, y como consecuencia las lagunas volcánicas. Aquí se une “la geología con la biodiversidad, dada la cantidad de animales y plantas que desarrollan la vida” en estos ecosistemas. Ciudad Real tiene el complejo de lagunas volcánicas más grande de Europa.
Reconocido Patrimonio de la Humanidad, el director de Geovol destaca que la incorporación de Almadén a la candidatura dio más garantías, al igual que la comarca de Puertollano. “Está demostrada la importancia de la fauna y la flora carbonífera, que quedó fosilizada por las cenizas de un volcán que estalló hace 200 millones de años. Hablamos de una Pompeya Paleontológica, donde han aparecido anfibios, helechos y tiburones”, señala.
Y luego están los volcanes, que dan nombre al geoparque. Desde hace 7,5 millones de años han intervenido en el Campo de Calatrava. Y, advierte el profesor, “es un volcanismo activo, que no está muerto, que si se dan los condicionantes geotectónicos de generación de magma desde el manto puede entrar en erupción”. Insiste en que es un volcanismo sin actividad, pero latente, como muestran “los hervideros, las fuentes agrias y los chorros”.
Próximo reto: mantener la declaración

Conseguido el primer reto, Rafael Gosálvez recuerda que “igual que se gana, se pierde la candidatura”, pues cada cuatro años la Unesco vuelve a evaluar, por lo que pide a la Diputación, como principal impulsora del proyecto, que confíe “en la ciencia”. “Este geoparque lo consiguió una Diputación del PSOE y ahora la Diputación del PP tiene el reto de que no nos lo quiten”, advierte el profesor.
Para ello, Gosálvez insiste a la Diputación que sepa encarar “con los ayuntamientos y la Junta de Comunidades” el reto que tiene para los próximos años y que se apoye en los científicos. De hecho, aprovecha para pedir que se reúna el comité científico, del que forma parte Geovol, profesores del territorio y de diferentes universidades, que lleva un año y medio sin convocarse.
Para Rafael Gosálvez “debe de haber un giro” que favorezca el desarrollo de proyectos sin “bandazos” y que mejore la divulgación del proyecto. Incluso, pide la destitución del coordinador del proyecto, Alfonso Martín-Grande, y el director científico, Pedro José Rincón Calero, designados durante la anterior legislatura.