Dénilson y Jorge Aníbal Reyes, los dos hermanos residentes en España de Nancy Paola, la joven de 28 años de origen guatemalteco presuntamente asesinada y descuartizada por el colombiano Carlos Andrés Bustamente en Santander, viajarán en las próximas horas a la capital cántabra para reconocer sus restos.
Dénilson, el más pequeño, de 22 años, y portavoz de la familia en España (en Ciudad Real residían tres de los cinco hermanos, los dos varones y la hermana fallecida), ha explicado a este digital que están a la espera de que la autoridad judicial “nos dé la autorización par poder desplazarnos”.
El objetivo es reconocer los restos de su hermana, que deja dos niñas de 4 y 7 años de edad en su país natal, e iniciar los trámites para su repatriación a la población natal de la familia, ubicada en la región del suroeste Retalhuleu.
El joven Reyes espera contar con ayuda económica y logística de las instituciones como el Ayuntamiento de Ciudad Real -donde vivía la víctima- y de la propia Embajada de Guatemala en España, con la que están en contacto, “porque nosotros apenas tenemos recursos”.
Es el paso siguiente que dará la familia tras conocer el lunes de boca de uno de los investigadores de la Policía Nacional de Ciudad Real que los restos desmembrados y en mal estado de conservación aparecidos en una zona baldía de la capital cántabra el día 17 pertenecían a Nancy Paola.
La certificación se obtuvo a través del cotejo de ADN de los familiares y la fallecida realizado en el Instituto de Medicina Legal de Cantabria y en el Instituto Anatómico Forense de Madrid. En ese centro también se están realizando otras pruebas complementarias de carácter toxicológico y criminalístico a partir de muestras de la víctima, con el fin de conocer el estado de la mujer antes del ataque y el método utilizado por el presunto criminal para acabar con su vida.
Las indagaciones policiales, realizadas conjuntamente por los efectivos policiales ciudarreleños y santanderinos, ya apuntaban a la culpabilidad del joven colombiano, tras reconstruir sus pasos y movimientos, y analizar los vestigios del piso de la calle Carlos III, donde supuestamente ocurrieron los hechos.
Lo más trágico del desgarrador crimen machista es la situación que están viviendo los padres, otros dos hermanos y las hijas de la joven asesinada a miles de kilómetros. Ya conocen el fatal desenlace, que lloran amargamente y que sufren especialmente las niñas “que poco a poco van comprendiendo”.
La familia insiste en pedir justicia y que “apliquen la pena máxima” al presunto culpable.
Concentración
El asesinato machista es el número 34 de 2020 en España, según el recuento de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Este miércoles se celebró una concentración convocada por el Ayuntamiento de Ciudad Real, atendiendo al protocolo de duelo establecido para este tipo de actos violentos. Todas las instituciones repudieron el acto violento y confirmaron su compromiso por erradicar la lacra de la violencia de género.
También el Parlamento cántabro celebró un minuto de silencio contra este asesinato el pasado lunes.