Expresión cultural ligada a jóvenes que claman por recitar el trasiego diario de la calle, inquietudes de mentes dispuestas a filosofar sobre la vida de los barrios y actitudes contestatarias que buscan a través del verso un espacio en la vida pública, surgió en los años 70 en el Sur del Bronx y Harlem y hoy sobrevive solapado a esas nuevas generaciones que buscan las fórmulas más “accesibles” de expresión artística.
Las rimas, los sprays, las bases electrónicas y las volteretas al aire han seguido en continua evolución sin olvidar a aquellas pandillas de afroamericanos e hispanos neoyorkinos que crearon un movimiento urbano que aún responde a las inquietudes de la masa social más crítica y trasgresora.
El rap, como expresión del verso urbano, sobrevive y se reinventa en la provincia de Ciudad Real, de la mano de esa “vieja escuela” que supo traer la subcultura hip hop al Torreón y la Estación de Autobuses, y de nuevas o renovadas voces que reivindican un espacio para el discurso feminista en la Sala Nana o en el CSA La Purga, y que aprovechan la proyección de las redes sociales y la era digital.
Sutil Kármico y Cizerone, dos clásicos en la provincia
Cuatro discos solitarios, tres con grupos, dos actuaciones en el Viña Rock y primer premio en el certamen de jóvenes artistas de Castilla-La Mancha 2008. El daimieleño Hernán Valiente, conocido como Sutil Kármico, es uno de los clásicos en la provincia. “Empecé en el hip hop en 2001, al calor de la escena en Ciudad Real, para expresar, transmitir, denunciar, así era en los inicios, buscábamos mensajes con calado, que trascendieran, que fueran importantes para la sociedad”, explica.
Escuela de Homicidio o Simo eran ya un referente y celebra que en la actualidad raperos como Cheb Rüben hayan conseguido poner a La Mancha en el mapa. De hecho, reconoce que “Ciudad Real siempre ha sido muy underground, lo que ha permitido que fuera un hervidero para las diferentes vertientes del hip hop: grafiteros, raperos”.
La sed por crear música, cuando apenas tenía algunas nociones de solfeo y piano, acabó en enamoramiento al rap para el ciudarrealeño Jorge Medina, conocido como Cizerone, otro de los habituales. Lo más curioso fueron sus inicios: “me compré una caja de cereales Golden Grahams que llevaba un programa para hacer música cuando tenía 10 años, y ya hace veinte”.
Para Cizerone la cultura hip hop ha sido “la forma más accesible de hacer arte”, razón por la que siempre ha calado tanto entre los jóvenes y la adolescencia. “Hacer un rap es más fácil que ópera, igual que coger unos sprays y hacer un grafiti es mucho más sencillo que pintar las Meninas”, comenta al explicar el patrón de ritmo “bombo-caja”.
Tras confesar que Cizerone “no existiría sin las mezclas en directo de Dj Mario”, alude a la buena cantera de artistas que surgió hace unos años en la provincia, que han tenido su reflejo en el rapero Sule B (de Suite Soprano), el grafitero Antonio Laguna y en algún grupo de break dance.
El hip hop ha sido un movimiento social integrador
Sutil Kármico, con su verso urbano “sin exabruptos y de denuncia”, y Cizerone, con sus influencias de música negra al estilo Earth, Wind & Fire o Kool & the Gang, han formado parte de esas primeras generaciones de raperos en Ciudad Real que adaptaron “el hip hop americano a nuestro lenguaje y contexto”, dentro de un movimiento “integrador, creador, que hablaba de clases sociales”. “Mis rimas crean paisajes sobre ritmos más elaborados, con más musicalidad y experimentación”, señala Sutil Kármico.
En medio de la “brecha digital”, la que ocupan los que nacieron entre casetes y acogieron la red en su adolescencia, también esta José Antonio Izquierdo, conocido como Buscón, que saltó al rap en 2006 con Tasa Extrema después de conocer el grafiti y que en estos momentos disfruta de la rama más diversa del hip hop con su grupo de rap-metal Non Gratos.
“El hip hop salió de los barrios, de las bandas, de la unión de la gente que no quería delinquir y quería hacer arte, y los diferentes estilos de música estaban relacionados; lo que hacemos no es algo nuevo, ya lo hizo en 1986 Aerosmith con Run DMC”.
Para el puertollanense, el rap significa “hablar de tu vida, contar historias como nunca nadie lo ha hecho antes, dar una vuelta de tuerca y sorprender”, como lo hace el rapero Rafa Psico, que fue en 2017 el campeón del Poetry Slam Ciudad Real. Ahora bien, Buscón reconoce que está en “periodo de adaptación” a los nuevos consumos de música: “los discos trabajados durante dos años duran una semana en internet” y la “espontaneidad” empieza a primar.
Los raperos toman la red
De eso saben los más jóvenes, que hoy proliferan por las redes sociales, dejan a un lado la grabación de discos con carátula y utilizan las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para mostrar al mundo sus composiciones. Con tan sólo dieciséis años, el manzanareño Álvaro Márquez-Villarejo, conocido en la red como Condés ALV e integrante de Plan Oculto, es uno de los adolescentes que hacen pinitos en el rap.
A los trece años empezó a subir sus canciones a Youtube: “la primera vez que grabé fue con un micrófono enganchado al ordenador de mi casa, cogí una base musical de uso libre por internet y la mayoría de las frases estaban elegidas para rimar”. En estos momentos tiene varias canciones grabadas en estudio y más de 130 suscriptores aficionados a sus canciones “sobre mi vida, mis experiencias, porque son como un desahogo”.
Además, es uno de los responsables de que en los últimos meses el rap haya vuelto a sonar con fuerza en el barrio del río de Manzanares, con “batallas de gallos”, convocadas por Instagram o Whatsapp, de acuerdo a los nuevos tiempos. En las batallas, los raperos “se insultan, a veces con una temática marcada y otras veces a sangre, siempre con ingenio y con improvisación”. Su afición le ha llevado al Shikillo Festival y al CSO La Gatonera de Carabanchel, y sigue su entrenamiento con el “generador de palabras”.
Con 370 suscriptores en su canal de Youtube, donde hay personas de toda España y de Latinoamérica, Antonio Luna, conocido como Lanzer, es otro de los jóvenes que han crecido en el rap al abrigo de “internet, las redes sociales y los tutoriales”, porque es una forma de “aprender rápido”. Desde Membrilla, Lanzer, que apenas tiene 19 años y hace un rap “noventero, calmado y lento al estilo de los Violadores del Verso”, ha montado en su casa una casetilla insonorizada y tiene micros y monitores para grabar a sus colegas.
Tras recomendar una de sus más de cien letras, ‘Versos del pasado’, el joven confiesa que las redes “han dado muchas facilidades a la hora de intercambiar música” y también para montar conciertos y pedir colaboraciones. Lanzer también es aficionado a las batallas de gallos que empiezan a salpicar Ciudad Real, Tomelloso, Valdepeñas o Manzanares.
Los raperos reivindican la libertad de expresión
El verso callejero de Ciudad Real converge por los raíles de la era digital y adapta su mensaje a las nuevas realidades, reivindica la libertad de expresión y también el feminismo ante esa “peligrosa” tendencia que busca ensalzar “drogas y sexo”. Los raperos de Ciudad Real coinciden en defender “un hip hop real, no una música de escaparate”.
Sutil Kármico habla de “un rap que represente la sociedad que queremos, que defienda la libertad de expresión, pero que tenga unas líneas rojas”; y destaca que el verso urbano que busca ensalzar el vandalismo o las drogas “no nos representa a todos”.
Por su parte, Cizerone se pregunta “cómo es posible que aceptemos como un producto comercial esa parte del rap que está transmitiendo una imagen contraria a la igualdad de género y que es preocupante, mientras que se mete en procesos judiciales a los que realizan rap político y de denuncia”.
Tras conocer este martes la noticia de que el rapero Valtonyc irá a la cárcel por enaltecimiento del terrorismo e injurias graves a la Corona y con la imagen de Pablo Hasel en el banquillo todavía muy presente, Cizerone opina que la situación a la que se ha llegado es “irracional”. Los raperos de Ciudad Real creen que “nunca alguien debería ser juzgado por lo que dice” y lamentan que el mundo del hip hop y de la música en general no haya hecho una defensa más clara de estos artistas.
El legado de Pichoner
En una canción, el cantante de rap y reggae Pichoner, que fue una referencia dentro del hip hop en la provincia y fuera, decía que “el ser humano busca parajes insólitos, para encontrar la felicidad pequeños momentos, son ciertos detalles los que dan la intensidad, pero vivimos en un mundo que ya está hecho” y -añado- por eso la juventud utiliza la música como fórmula para transformar. Quizás aquí está la esencia del rap en Ciudad Real, como forma de expresión cultural y también de contestación.
