La compañía Nao D’Amores, especializada en el repertorio pre-barroco, aúna sus fuerzas con Teatro de la Abadía para dar “un salto mortal hacia atrás”, el salto “más antiguo” que se puede hacer hacia los orígenes del teatro en castellano, con el montaje Auto de los Reyes Magos, que se podrá presenciar hoy y mañana en el Claustro del Museo del Teatro.
Ana Zamora, directora de la propuesta, recibió las felicitaciones del director del Festival de Almagro, Emilio Hernández, quien dijo que no ha habido en las últimas décadas una trayectoria tan rápida y sólida como la responsable de Nao D’Amores con un trabajo “tan brillante”.
Zamora, que agradeció estos elogios, resaltó que el montaje es un capricho de José Luis Gómez, de La Abadía, por realizar una pieza vinculada al origen del teatro. El Auto de los Reyes Magos es un obra única de en torno al siglo XII, hallada en un códice de la Biblioteca del Cabildo de Toledo, y es un texto, en castellano muy primitivo, “incógnita” puesto que hasta el siglo XV hay un gran agujero espacial. Este vacío llevó a Zamora a recrear la dramaturgia de la obra a partir de los 147 versos conservados del Auto como el punto de partida de una pieza que incluye, entre otros textos, Los signos del Juicio Final de Gonzalo de Berceo y las profecías del fin del mundo del Canto de la Sibila.
Las luces y las sombras de una época que se hunde y otra que nace como el nacimiento de un niño se recrean en el montaje, que se enriquece de ritos ancestrales vinculados con el ciclo de Navidad.
Música de órgano, cornamusa, fídula, zanfona, laúd y flauta es interpretada en directo en una propuesta escénica que une lo eclesiástico y lo popular y en la que la imagen de los Reyes Magos tiene que ver más con danzantes que con la que promocionan grandes centros comerciales, explicó Zamora, que resaltó que la escenografía parece que ha sido “parida” para el Claustro del Museo del Teatro.
Se trata de una especie de coro de madera de iglesia muy hermoso y efectivo ya que integra al público en una obra que se representa en el castellano antiguo original, el cual recuerda al portugués, catalán e italiano. El trabajo fonético ha sido muy duro para los actores, reconoció Zamora, que resaltó que en este montaje lo importante no es la intriga, sino cómo se desarrolla ya que el encanto de la pieza tiene que ver más con la fascinación de lo que no se llega a comprender.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.