Es difícil no pensar en amarillo cuando llega el día que al Valdepeñas FS le toca jugar en las Islas Canarias. La historia del club se hace dolorosa en el archipiélago. Para ser exactos, en la provincia de Las Palmas. En ella nunca ganó Valdepeñas. Ni en Lanzarote, hace mucho, cuando la Segunda se llamaba División de Plata y el objetivo era la permanencia. Ni en Gran Canaria, hace poco, cuando el objetivo era el ascenso. Por suerte, este sábado, el partido es en la otra provincia, en la de Santa Cruz de Tenerife. En la ciudad de Santa Cruz, ante el Iberia Toscal. Allí las cosas han sido bien diferentes. Allí, la temporada pasada, Valdepeñas jugó por primera vez. Y ganó. Su primera victoria en el archipiélago.
Valdepeñas FS llega bien, muy bien. Todas las conclusiones sacadas del partido del Betis se confirmaron en Noia. Sucedieron las mismas cosas, casi en el mismo orden. Ya nada es casualidad. Alta efectividad en disparos a puerta desde los primeros minutos. Mendiola a un gran nivel, transmitiendo al equipo mucha tranquilidad. Consecuencia de ello, 4-0 a favor al principio de las segundas partes. Todo basado en que el equipo conocía las debilidades del rival y disponía de las herramientas tácticas para aprovecharlas. Así sucedió, y Betis y Noia resultaron irreconocibles.
A la ciudad de Santa Cruz de Tenerife le gusta el fútbol sala. Son sus modestos equipos de barrio los que siempre han representado a toda la ciudad. El fútbol sala le ha dado a la gente grandes alegrías, pero también tremendas decepciones. Primero fue el barrio de El Toscal. Luego el de Uruguay. Siempre sucedió lo mismo. Siempre con el mismo patrón. Un maravilloso ascenso a Primera. Siempre con la afición acompañando al equipo, llenando el Pabellón Municipal con más de 4.000 personas. Y un traumático descenso a Segunda en la siguiente temporada. A continuación, el club acababa desapareciendo. Hace poco, el Iberia Toscal ha sido refundado, y ahora lucha por mantenerse en Segunda. Pero la afición ya no está a su lado, al menos toda. Tal vez desencantada, tal vez defraudada por la gestión económica, tal vez cansada de sufrir, tal vez desilusionada. El caso es que hoy en día, solo un puñado de aficionados salpican las enormes gradas negras del Quico Cabrera, que así se llama ahora el Pabellón Municipal de Santa Cruz.
Óscar García es un joven entrenador ilicitano que siempre desarrolló su carrera entre Elche y las Islas Canarias. Esta es su segunda temporada en el Iberia Toscal. A su equipo se le están empezando a hundir los pies en la arena del desierto. Más que preocupado, anda ocupado en desenterrarlos. Sabe que tiene un equipo inexperto y sabe que eso es una losa que lastra la competitividad del equipo. El único punto, logrado el pasado viernes en Elche, le ha dado al equipo esperanza, le ha dado motivación para seguir creyendo en el trabajo semanal. A estas alturas no se van a rendir.
El partido no se jugará en Santa Cruz. El partido se jugará en la cercana localidad de La Laguna. En el pabellón Santiago Martín. Enorme pabellón de parqué y asientos azules. Allí van a coincidir dos jugadores muy distintos pero una sola cosa en común, el gol. Joseba Yenes y Dani Santos. De Baracaldo y Móstoles. Un pívot zurdo y un ala diestro. Uno lo dejó todo en su tierra para saber cuál era su techo como futbolista. El otro llegó al fútbol sala desencantado del fútbol once. El vasco desde hace ocho años siempre juega con los mismos calzoncillos. El madrileño duerme mal la noche antes de los partidos. Joseba es tan corpulento como reservado, especialista en el juego de espalda, en detener el tiempo y distribuir el balón. Dani Santos es escurridizo y de sangre caliente, vertical e incansable generador de peligro. Ninguno se cansó la temporada pasada de marcar goles. En esta son los que más marcan en sus equipos.
No está de más volver a recordar, que esta es una de las temporadas más competitivas que nunca tuvo la Segunda División. Una prueba más es que la jornada pasada solo dos equipos pudieron ganar en casa. Será más trascendente la victoria para Iberia que para Valdepeñas. Será más dramática la derrota para Iberia que para Valdepeñas. Valdepeñas es superior. Tendrá que demostrarlo.